El tramadol es un analgésico opioide que actúa sobre el sistema nervioso central y bloquea las señales de dolor. Sin embargo, el tramadol también tiene riesgos y efectos secundarios que hay que conocer y prevenir. En este artículo, te explicamos todo lo que necesitas saber sobre el tramadol: qué es, cómo funciona, cómo se usa, qué precauciones hay que tener y qué hacer en caso de sobredosis.
¿Qué es tramadol y para qué sirve?
El tramadol es un medicamento que pertenece al grupo de los analgésicos opioides, es decir, que actúa sobre el sistema nervioso central para aliviar el dolor.
Se usa para tratar el dolor de moderado a severo, especialmente en los casos de dolor de espalda, neuralgia y osteoartritis. También se puede usar para el dolor postquirúrgico, el dolor de las articulaciones, el dolor obstétrico y las fractura.
¿Cómo funciona el tramadol?
El tramadol actúa sobre células nerviosas específicas de la médula espinal y del cerebro, llamadas receptores opioides. Estos receptores se encargan de transmitir las señales de dolor al cerebro. El tramadol se une a estos receptores y bloquea la transmisión del dolor, lo que produce una sensación de alivio.
Su mecanismo de acción es similar al de la morfina y otros opioides, pero también tiene un efecto sobre otros neurotransmisores como la serotonina y la norepinefrina, que están involucrados en el estado de ánimo y la regulación del dolor.
¿Qué formas de presentación tiene el tramadol?
El tramadol se puede encontrar en diferentes formas de presentación, según la vía de administración y la duración del efecto. Las más comunes son:
- Tabletas o cápsulas de acción rápida: se toman por vía oral y empiezan a hacer efecto en unos 30 minutos. Se usan para el dolor agudo o intermitente.
- Tabletas o cápsulas de acción prolongada: se toman por vía oral y liberan el medicamento gradualmente durante varias horas. Se usan para el dolor crónico o persistente.
- Solución inyectable: se administra por vía intravenosa o intramuscular y hace efecto casi inmediatamente. Se usa para el dolor severo o en situaciones de emergencia.
- Solución oral: se toma por vía oral y tiene una absorción similar a la de las tabletas o cápsulas de acción rápida.
- Parches transdérmicos: se aplican sobre la piel y liberan el medicamento lentamente durante varios días. Se usan para el dolor crónico o persistente.
La dosis y la frecuencia del tramadol dependen del tipo y la intensidad del dolor, así como de la respuesta individual de cada paciente. El médico es el encargado de indicar la dosis adecuada para cada caso.
¿Qué precauciones hay que tener al tomar tramadol?
El tramadol es un medicamento que puede ser adictivo, especialmente cuando su uso es prolongado o no se sigue la prescripción médica. Por eso, hay que tener en cuenta las siguientes precauciones al tomarlo:
- No tomar una cantidad mayor del medicamento ni con mayor frecuencia ni por más tiempo del indicado por el médico.
- No mezclar el tramadol con alcohol u otras drogas que puedan potenciar sus efectos o causar interacciones peligrosas.
- No conducir ni manejar maquinaria pesada mientras se está bajo los efectos del tramadol, ya que puede causar somnolencia, mareos o alteraciones visuales.
- No suspender el tratamiento con tramadol de forma abrupta, ya que puede provocar síntomas de abstinencia como ansiedad, insomnio, náuseas o temblores. Se debe reducir la dosis gradualmente bajo supervisión médica.
- Informar al médico si se tiene o se ha tenido alguna enfermedad hepática, renal, respiratoria, cardíaca, mental o neurológica, así como si se está embarazada o lactando.
- Informar al médico si se es alérgico al tramadol o a algún otro opioide.
¿Qué efectos secundarios puede tener el tramadol?
El tramadol puede causar algunos efectos secundarios que pueden variar según la persona y la dosis. Los más frecuentes son:
- Náuseas, vómitos, estreñimiento o diarrea
- Somnolencia, mareos o vértigo
- Dolor de cabeza
- Sequedad de boca
- Sudoración
- Prurito o erupción cutánea
Algunos efectos secundarios menos frecuentes pero más graves son:
- Depresión respiratoria, que puede causar dificultad para respirar o paro respiratorio
- Hipotensión, que puede causar desmayos o shock
- Convulsiones
- Alucinaciones, confusión o cambios de humor
- Hiperalgesia, que es un aumento de la sensibilidad al dolor
- Reacción alérgica, que puede causar hinchazón, urticaria o anafilaxia
Ante la aparición de cualquier efecto secundario, se debe consultar al médico lo antes posible.
¿Qué hacer en caso de sobredosis de tramadol?
Una sobredosis de tramadol puede ser muy peligrosa y poner en riesgo la vida. Los síntomas de una sobredosis pueden incluir:
- Somnolencia extrema o pérdida del conocimiento
- Respiración lenta, superficial o irregular
- Pulso débil o irregular
- Pupilas contraídas
- Cianosis, que es una coloración azulada de la piel o las mucosas
- Coma o muerte
En caso de sospecha de una sobredosis de tramadol, se debe llamar inmediatamente al servicio de emergencias o acudir al centro médico más cercano. Se debe informar al personal sanitario de la cantidad y el tipo de tramadol que se ha tomado, así como de cualquier otro medicamento o sustancia que se haya consumido. Existe un antídoto específico para el tramadol, llamado naloxona, que puede revertir sus efectos si se administra a tiempo.
Después de leer este artículo, ya sabes que el tramadol es un medicamento que puede ayudarte a aliviar el dolor moderado a grave, pero que también tiene sus riesgos y limitaciones. Por eso, es importante que lo uses con responsabilidad y precaución, siguiendo las indicaciones de tu médico y farmacéutico. Recuerda que el tramadol puede ser adictivo, causar efectos secundarios y provocar una sobredosis si se abusa de él. Por lo tanto, no lo compartas con otras personas ni lo uses para fines no indicados. Y si tienes alguna duda o problema con el tramadol, consulta a tu médico lo antes posible.