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Para Qué Sirve el Orégano

¿Sabías que el orégano no solo sirve para darle sabor a tus comidas, sino que también tiene múltiples beneficios para tu salud? El orégano es una planta aromática que se usa desde hace siglos en la cocina y en la medicina tradicional, por sus propiedades antioxidantes, antimicrobianas, antitumorales, antisépticas, antiespasmódicas, antifúngicas, analgésicas, digestivas, cicatrizantes, diuréticas y expectorantes. En este artículo te contamos todo lo que debes saber sobre el orégano: cómo cultivarlo, cómo usarlo y qué precauciones y contraindicaciones debes tener en cuenta. 

Para Qué Sirve el Orégano

Contenido de la Página

¿Para qué sirve el oregano?

El orégano es una planta muy versátil que se puede usar tanto en la cocina como en la medicina. Su parte más aprovechable son las hojas, que se pueden consumir frescas o secas.

En la medicina

El orégano tiene propiedades medicinales y terapéuticas que se han utilizado durante siglos en la medicina tradicional. El orégano tiene acción antioxidante, antimicrobiana, antitumoral, antiséptica, antiespasmódica, antifúngica, analgésica, digestiva, cicatrizante, diurética y expectorante. El orégano se puede tomar preparando una infusión, infusionando aceite, en tintura, cataplasma, etc. Estos son algunos de los beneficios que aporta el orégano a la salud:

  • Ayuda a prevenir y combatir enfermedades respiratorias, como la gripe, el resfriado, la bronquitis, la faringitis, el asma, etc. El orégano ayuda a expulsar la mucosidad, alivia la tos, el dolor de garganta, la congestión nasal y la fiebre. También tiene un efecto antiséptico y antibacteriano que previene y combate las infecciones.
  • Ayuda a mejorar la digestión, el apetito y el tránsito intestinal. El orégano estimula la producción de jugos gástricos y biliares, facilitando la digestión y la absorción de nutrientes. También previene y alivia los espasmos, los gases, las flatulencias, las náuseas, los vómitos, las diarreas y el estreñimiento. Para aprovechar estas propiedades, puedes tomar una infusión de orégano después de las comidas, o añadirlo a tus platos como condimento.
  • Ayuda a aliviar el dolor y la inflamación de músculos, articulaciones, dientes, oídos, etc. El orégano tiene un efecto analgésico y antiinflamatorio que reduce el dolor y la hinchazón causados por golpes, torceduras, artritis, reumatismo, etc.
  • Ayuda a prevenir y tratar las infecciones de la piel, las uñas, la boca, la vagina, etc. El orégano tiene un efecto antifúngico y antimicrobiano que combate los hongos, las bacterias y los virus que causan estas infecciones. También ayuda a cicatrizar las heridas, las úlceras y las quemaduras.
  • Ayuda a regular el ciclo menstrual, aliviar los dolores y los síntomas premenstruales, y favorecer la fertilidad. El orégano tiene un efecto emenagogo, que estimula el flujo sanguíneo en la zona pélvica y uterina, y ayuda a regularizar la menstruación.

También tiene un efecto antiespasmódico, que alivia los cólicos y los calambres menstruales. Además, el orégano contiene vitaminas y minerales que ayudan a equilibrar las hormonas y a mejorar la calidad de los óvulos y los espermatozoides.

En la cocina

el orégano es una especia que se utiliza para dar sabor y aroma a muchos platos, especialmente de la cocina mediterránea e italiana. Combina muy bien con el tomate, el queso, el ajo, el aceite de oliva, el vinagre, el limón, el orégano y otras hierbas aromáticas.

Puedes usarlo para condimentar pizzas, pastas, ensaladas, sopas, guisos, salsas, carnes, pescados, verduras, legumbres, panes, quesos, etc. El orégano se puede añadir al principio o al final de la cocción, según el gusto y el efecto deseado. Si lo añades al principio, el sabor será más suave y se integrará mejor con el resto de los ingredientes. Si lo añades al final, el sabor será más intenso y se notará más el aroma.

Precauciones y contraindicaciones del orégano

El orégano es una planta segura y beneficiosa para la mayoría de las personas, pero también tiene algunas precauciones y contraindicaciones que debes tener en cuenta antes de usarlo. Estas son algunas de ellas:

  • Alergia: algunas personas pueden ser alérgicas al orégano o a otras plantas de la misma familia, como la menta, el tomillo o la lavanda. Los síntomas de la alergia pueden incluir erupciones, picor, hinchazón, dificultad para respirar, etc. Si tienes alguna reacción alérgica al orégano, debes suspender su uso y consultar con un médico.
  • Embarazo y lactancia: el orégano tiene un efecto emenagogo, que puede provocar contracciones uterinas y abortos espontáneos. Por eso, se debe evitar el consumo de orégano durante el embarazo, especialmente en dosis altas o en forma de aceite esencial. También se debe evitar el uso de orégano durante la lactancia, ya que puede pasar al bebé a través de la leche materna y causarle irritación o alergia.
  • Enfermedades del hígado o de la vesícula biliar: el orégano estimula la producción de bilis, lo que puede ser beneficioso para la digestión, pero también puede ser perjudicial para las personas que tienen problemas hepáticos o biliares, como hepatitis, cirrosis, cálculos, etc. El orégano puede agravar estos problemas o interferir con los medicamentos que se toman para tratarlos. Por eso, se debe consultar con un médico antes de usar orégano si se tiene alguna de estas enfermedades.
  • Interacción con medicamentos: el orégano puede interactuar con algunos medicamentos, potenciando o disminuyendo su efecto. Algunos de los medicamentos que pueden interactuar con el orégano son los anticoagulantes, los antihipertensivos, los antidiabéticos, los anticonvulsivos, los antibióticos, etc. Si estás tomando algún medicamento, debes consultar con tu médico antes de usar orégano, especialmente en dosis altas o en forma de aceite esencial.

Cómo cultivar orégano en casa

El orégano es una planta perenne que pertenece a la familia de las lamiáceas, la misma que la menta, el tomillo o la lavanda. Su nombre científico es Origanum vulgare y se origina en la región mediterránea y el suroeste de Eurasia. Es una planta que puede alcanzar hasta 80 centímetros de altura, con tallos cuadrados y rojizos, hojas ovaladas y vellosas, y flores pequeñas de color blanco, rosa o púrpura.

El orégano es una planta muy fácil de cultivar, tanto en el suelo como en macetas, siempre que se le proporcionen las condiciones adecuadas. Estos son los principales cuidados que debes tener en cuenta:

  • Suelo: el orégano prefiere los suelos calizos, bien drenados y con poco nitrógeno. No tolera los suelos ácidos o alcalinos, ni los encharcamientos. Si lo cultivas en maceta, puedes usar un sustrato universal o una mezcla de humus de lombriz, turba y fibra de coco, con algo de perlita y vermiculita para mejorar el drenaje. Es conveniente abonar la planta dos veces al año con materia orgánica, como compost o estiércol.
  • Luz: el orégano necesita mucha luz, por lo que debes ubicarlo en un lugar donde reciba varias horas de sol al día. Aunque puede adaptarse a la semisombra, su crecimiento será menor y su aroma menos intenso. Evita las zonas muy sombrías o con corrientes de aire frío.
  • Temperatura: el orégano es una planta resistente que puede soportar temperaturas bajas e incluso algunas heladas. Sin embargo, su temperatura óptima se sitúa entre los 15 y los 25 ºC. Si lo cultivas en maceta, puedes protegerlo del frío extremo trasladándolo al interior de la casa o a un lugar resguardado.
  • Riego: el orégano no necesita mucha agua, ya que es una planta que se adapta a la sequía. Debes regarla una vez por semana en primavera y verano, y cada dos semanas en otoño e invierno. Lo mejor es comprobar la humedad del suelo antes de regar, y hacerlo solo cuando esté seco. No mojes las hojas ni las flores, ya que pueden aparecer hongos. Usa agua a temperatura ambiente y sin cloro.
  • Poda: el orégano no requiere una poda específica, pero sí es conveniente eliminar las hojas y las flores marchitas, así como los tallos secos o dañados. Esto favorece el crecimiento de nuevos brotes y mejora el aspecto de la planta. También puedes recortar los tallos más largos para darle forma y evitar que se vuelva leñosa. La mejor época para podar el orégano es a finales de invierno o principios de primavera, antes de que empiece la floración.

El orégano es más que una simple especia, es una planta que puede mejorar tu salud y tu bienestar. El orégano te ayuda a prevenir y tratar enfermedades respiratorias, digestivas, inflamatorias, infecciosas y menstruales, gracias a sus propiedades antioxidantes, antimicrobianas, antitumorales, antisépticas, antiespasmódicas, antifúngicas, analgésicas, digestivas, cicatrizantes, diuréticas y expectorantes.

Pero recuerda, el orégano también tiene algunas precauciones y contraindicaciones que debes respetar, como la alergia, el embarazo, la lactancia, las enfermedades del hígado o de la vesícula biliar, y la interacción con medicamentos. Por eso, consulta con tu médico antes de usar orégano, especialmente en dosis altas o en forma de aceite esencial.

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