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Loperamida – Para Qué Sirve

Loperamida es un medicamento que se utiliza para tratar la diarrea, al disminuir los movimientos y las secreciones del intestino. La diarrea es un trastorno que afecta a muchas personas y que puede tener diversas causas y consecuencias. Para aliviar los síntomas de la diarrea, la loperamida puede ser de gran ayuda, pero se debe usar con precaución y siguiendo las indicaciones del médico o del envase. En este artículo, se explica cómo se usa la loperamida, qué contraindicaciones y advertencias tiene, y qué efectos secundarios puede provocar sobre el organismo.

Loperamida Para Que Sirve

Contenido de la Página

¿Qué es la Loperamida y para que sirve?

La loperamida es un medicamento que se utiliza para tratar la diarrea, tanto aguda como crónica. La loperamida actúa sobre los receptores opiáceos de la pared intestinal, lo que disminuye los movimientos y las secreciones del intestino, aumenta el tiempo de tránsito de las heces y mejora el tono del esfínter anal, lo que reduce la frecuencia, el volumen y la consistencia de las deposiciones. La loperamida también ayuda a prevenir la pérdida de líquidos y electrolitos que se produce por la diarrea, lo que evita la deshidratación y el desequilibrio hidroelectrolítico.

Presentaciones y forma de administración

La presentación más común de la loperamida es en tabletas o grageas de 2 mg de clorhidrato de loperamida, que se deben tomar por vía oral con un vaso de agua. También existen otras presentaciones, como cápsulas, solución oral o líquida y comprimidos masticables.

La dosis y la duración del tratamiento con loperamida dependen de la edad del paciente, la causa y la severidad de la diarrea, y la respuesta al medicamento. En general, se recomienda lo siguiente:

  • Para adultos y niños mayores de 12 años, se debe tomar una dosis inicial de 4 mg (dos tabletas), seguida de 2 mg (una tableta) después de cada deposición diarreica, sin exceder de 16 mg (ocho tabletas) al día.
  • Para niños de 6 a 12 años, se debe tomar una dosis inicial de 2 mg (una tableta), seguida de 1 mg (media tableta) después de cada deposición diarreica, sin exceder de 8 mg (cuatro tabletas) al día.
  • Para niños menores de 6 años, se debe consultar al médico antes de administrar loperamida, ya que puede haber riesgo de efectos adversos graves, como problemas cardíacos y respiratorios.

La loperamida no se debe tomar por más de dos días consecutivos, a menos que el médico lo indique. Si la diarrea persiste o empeora, se debe suspender el medicamento y buscar atención médica.

¿Qué efectos secundarios tiene la loperamida?

  • Trastornos del sistema nervioso, como dolor de cabeza, debilidad, insomnio y mareos.
  • Trastornos gastrointestinales, como dolor abdominal, vómitos, estreñimiento, náuseas y flatulencias.
  • Trastornos de la piel, como sarpullido, piel roja y con ampollas, urticaria y picazón.

Estos efectos secundarios suelen ser leves y no impiden el uso del medicamento, pero pueden ser molestos. En algunos casos, pueden ocurrir efectos secundarios más graves, como:

  • Cambios en el ritmo cardíaco, que pueden ser peligrosos o causar la muerte. Esto puede ocurrir si se toma más de la dosis recomendada o si se tiene alguna condición cardíaca previa o se toman otros medicamentos que afectan al corazón.
  • Reacción alérgica grave, que puede causar dificultad para respirar, hinchazón de la cara o la garganta, o pérdida de la conciencia. Esto puede ocurrir de forma repentina o después de haber tomado el medicamento antes sin problemas.
  • Problemas intestinales, como perforación, obstrucción o inflamación severa del intestino. Esto puede ocurrir si se tiene una infección o una enfermedad inflamatoria del intestino y se toma loperamida sin consultar al médico.

Estos efectos secundarios son raros, pero pueden ser muy graves y requerir atención médica urgente. Si se presentan, se debe dejar de tomar el medicamento y buscar ayuda médica inmediatamente.

Contraindicaciones y advertencias

La loperamida no se debe usar en los siguientes casos:

  • Alergia o hipersensibilidad a la loperamida o a alguno de los componentes del medicamento.
  • Diarrea causada por una infección bacteriana o parasitaria que requiera tratamiento con antibióticos o antiparasitarios, como la colitis pseudomembranosa por Clostridium difficile, la disentería por Shigella o la amebiasis por Entamoeba histolytica.
  • Diarrea asociada a enfermedades inflamatorias del intestino, como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa, que puedan provocar una perforación intestinal, una obstrucción intestinal o una megacolon tóxico.
  • Diarrea con sangre, moco o pus en las heces, o con fiebre alta, escalofríos o dolor abdominal intenso.
  • Niños menores de 2 años de edad.

Finalmente, queremos ofrecer algunas recomendaciones para el uso adecuado de la loperamida, un medicamento que puede ayudar a controlar la diarrea, pero que también puede tener efectos secundarios indeseados. Recuerda que la loperamida no es un remedio para la diarrea, sino un alivio temporal de los síntomas. Por lo tanto, debes consultar al médico si la diarrea persiste o empeora, o si se presentan signos de deshidratación, infección o complicaciones intestinales. Además, debes seguir las dosis y las instrucciones del envase o del médico, y no tomar más de lo necesario ni por más tiempo del indicado. Así podrás evitar el riesgo de intoxicación, problemas cardíacos o reacciones alérgicas.

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