El Longacef es un antibiótico de amplio espectro que se usa para tratar diversas infecciones bacterianas, como las del tracto respiratorio, urinario o gastrointestinal. Este medicamento contiene cefixima, una sustancia que pertenece al grupo de las cefalosporinas, que son derivados de un hongo. En este artículo, te explicaremos todo lo que necesitas saber sobre el Longacef: para qué sirve, cómo se toma, qué precauciones se deben tener y qué efectos secundarios puede causar.
¿Qué es el Longacef y para qué sirve?
El Longacef es un antibiótico que contiene como principio activo la cefixima, una cefalosporina de tercera generación. Las cefalosporinas son un grupo de antibióticos que se derivan de un hongo llamado Cephalosporium. El Longacef se usa para tratar infecciones del tracto respiratorio superior e inferior y del tracto urinario, producidas por bacterias sensibles a la cefixima. Algunas de estas infecciones son:
- Faringitis: inflamación de la faringe, que puede causar dolor de garganta, fiebre y dificultad para tragar.
- Amigdalitis: inflamación de las amígdalas, que son unas masas de tejido linfático que se encuentran en la parte posterior de la boca. Puede causar síntomas similares a la faringitis, además de mal aliento y pus en las amígdalas.
- Sinusitis: inflamación de los senos paranasales, que son unas cavidades que se encuentran alrededor de la nariz y los ojos. Puede causar dolor de cabeza, congestión nasal, secreción nasal y tos.
- Bronquitis: inflamación de los bronquios, que son los conductos que llevan el aire a los pulmones. Puede causar tos, expectoración, dificultad para respirar y fiebre.
- Neumonía: infección de los pulmones, que puede afectar a uno o ambos lóbulos. Puede causar síntomas similares a la bronquitis, además de escalofríos, sudoración y dolor en el pecho.
- Cistitis: infección de la vejiga, que puede causar dolor o ardor al orinar, necesidad frecuente de orinar, orina turbia o con sangre y fiebre.
- Pielonefritis: infección de los riñones, que puede causar dolor en la espalda o en el costado, náuseas, vómitos y fiebre.
¿Cómo se toma el Longacef?
El Longacef se presenta en dos formas farmacéuticas: polvo para suspensión y comprimidos. El polvo para suspensión se debe reconstituir con agua antes de su uso, siguiendo las instrucciones del envase. Los comprimidos se deben tragar enteros con un vaso de agua.
La dosis y la duración del tratamiento dependen del tipo y la gravedad de la infección, así como de la edad y el peso del paciente. En general, se recomienda lo siguiente:
- Adultos: 400 mg al día en una sola toma o dividida en dos tomas, cada 12 horas.
- Niños: 8 mg por kilogramo de peso al día en una sola toma o dividida en dos tomas, cada 12 horas.
El tratamiento suele durar entre 7 y 14 días, según el criterio del médico. Es importante seguir las indicaciones del médico y no interrumpir el tratamiento antes de tiempo, aunque los síntomas mejoren, para evitar el riesgo de recaídas o de resistencia bacteriana.
¿Qué precauciones se deben tener al tomar Longacef?
El Longacef es un medicamento seguro y eficaz, pero como todo medicamento, puede tener efectos secundarios o interacciones con otros medicamentos. Por eso, se deben tener en cuenta las siguientes precauciones:
- Antes de tomar Longacef, se debe informar al médico si se tiene alergia a la cefixima, a otras cefalosporinas o a otros antibióticos, como las penicilinas o los carbapenémicos. También se debe informar si se tiene alguna enfermedad renal, hepática, gastrointestinal o hematológica, o si se está embarazada o en período de lactancia.
- Durante el tratamiento con Longacef, se debe evitar el consumo de alcohol, ya que puede aumentar el riesgo de efectos adversos, como náuseas, vómitos, dolor de cabeza o mareos.
- El Longacef puede alterar los resultados de algunos análisis de laboratorio, como los de glucosa, proteínas o enzimas en la sangre o la orina. Por eso, se debe informar al médico o al personal de laboratorio si se está tomando Longacef antes de realizar cualquier prueba.
- El Longacef puede interactuar con otros medicamentos, como los anticoagulantes, los antiácidos, los probenecid, los aminoglucósidos, los diuréticos o los anticonceptivos orales. Por eso, se debe informar al médico de todos los medicamentos que se estén tomando, incluyendo los de venta libre, los suplementos o las plantas medicinales.
¿Qué efectos secundarios puede causar el Longacef?
El Longacef es un medicamento bien tolerado, pero puede causar algunos efectos secundarios, que suelen ser leves y transitorios. Los más frecuentes son:
- Trastornos digestivos, como náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal, flatulencia o pérdida de apetito.
- Trastornos cutáneos, como erupción, picazón, urticaria o angioedema.
- Trastornos hematológicos, como anemia, leucopenia, trombocitopenia o eosinofilia.
- Trastornos hepáticos, como aumento de las transaminasas o la bilirrubina.
- Trastornos renales, como aumento de la creatinina o la urea.
- Trastornos neurológicos, como dolor de cabeza, mareos, somnolencia o convulsiones.
- Trastornos alérgicos, como fiebre, escalofríos, artralgia o anafilaxia.
Si se presenta alguno de estos efectos secundarios, se debe consultar al médico lo antes posible. En caso de una reacción alérgica grave, se debe acudir a un servicio de urgencias.
El Longacef es un antibiótico que puede ayudarte a combatir las infecciones bacterianas que afectan a tu salud. Sin embargo, debes usarlo con responsabilidad y siguiendo las indicaciones de tu médico. Recuerda que el Longacef no sirve para todas las infecciones, ni para las causadas por virus, hongos o parásitos. Además, debes tener cuidado con los efectos secundarios, las interacciones y las alergias que puede provocar. Si tienes alguna duda, consulta a tu médico o farmacéutico. El Longacef es un medicamento que puede salvar vidas, pero también puede causar problemas si no se usa correctamente. Por eso, te invitamos a informarte bien y a tomarlo con precaución.