Ketorolaco, reconocido por su eficacia en el alivio del dolor agudo, pertenece al grupo de los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y opera mediante la inhibición de las prostaglandinas, sustancias asociadas al dolor y la inflamación. Utilizado en diversas situaciones como postoperatorios, traumas y migrañas, este medicamento, disponible en varias presentaciones, debe ser administrado con precisión siguiendo indicaciones médicas debido a sus potenciales efectos secundarios y precauciones asociadas, entre ellas, restricciones para personas con ciertas condiciones médicas y límites en la duración del tratamiento.
¿Qué es el ketorolaco y cómo actúa?
El ketorolaco es un medicamento que pertenece al grupo de los antiinflamatorios no esteroideos (AINE). Estos son fármacos que tienen la capacidad de reducir la inflamación, la fiebre y el dolor. El ketorolaco actúa bloqueando la producción de unas sustancias llamadas prostaglandinas, que son las responsables de transmitir el dolor y de generar la inflamación. Al inhibir las prostaglandinas, el ketorolaco disminuye la sensación de dolor y mejora el bienestar del paciente.
¿Para qué sirve el ketorolaco?
El ketorolaco se usa para tratar el dolor agudo, es decir, el dolor que aparece de forma repentina y dura poco tiempo. El ketorolaco es efectivo para el dolor moderado a severo, que no se alivia con otros analgésicos más suaves. Algunas de las situaciones en las que se puede usar el ketorolaco son:
- Después de una cirugía o una extracción dental
- Por traumatismos musculares o articulares, como esguinces, tendinitis o fracturas
- Por dolor de espalda o cervical
- Por cólicos renales o menstruales
- Por migrañas o cefaleas intensas
El ketorolaco también se puede usar en forma de gotas para los ojos, para tratar la conjuntivitis alérgica o la inflamación ocular después de una operación.
¿Cómo se toma el ketorolaco?
El ketorolaco se puede administrar por diferentes vías: oral, sublingual, intramuscular o intravenosa. La vía oral consiste en tomar pastillas o cápsulas con agua. La vía sublingual consiste en colocar una pastilla debajo de la lengua y dejar que se disuelva. La vía intramuscular consiste en inyectar el medicamento en un músculo, generalmente en el brazo o en la nalga. La vía intravenosa consiste en inyectar el medicamento directamente en una vena, a través de un catéter.
La dosis y la duración del tratamiento con ketorolaco dependen de la intensidad del dolor, del peso corporal y de la edad del paciente. El médico es el encargado de indicar la dosis adecuada para cada caso. En general, se recomienda lo siguiente:
- Para adultos y mayores de 16 años con peso mayor a 50 kg: la dosis oral o sublingual es de 10 a 30 mg cada 4 a 6 horas, sin superar los 120 mg al día. La dosis intramuscular o intravenosa es de 10 a 30 mg cada 4 a 6 horas, sin superar los 90 mg al día.
- Para mayores de 65 años, con peso menor a 50 kg o con problemas renales: la dosis oral o sublingual es de 10 mg cada 4 a 6 horas, sin superar los 60 mg al día. La dosis intramuscular o intravenosa es de 10 mg cada 4 a 6 horas, sin superar los 60 mg al día.
El tratamiento con ketorolaco no debe durar más de 5 días, ya que puede causar efectos secundarios graves si se prolonga por más tiempo.
¿Qué precauciones hay que tener con el ketorolaco?
El ketorolaco es un medicamento potente que puede tener efectos adversos importantes si no se usa correctamente. Algunas de las precauciones que hay que tener con el ketorolaco son:
- No tomarlo si se tiene alergia al ketorolaco o a otros AINE
- No tomarlo si se tiene úlcera gástrica, sangrado digestivo o problemas hepáticos
- No tomarlo si se tiene insuficiencia cardíaca, hipertensión arterial o problemas circulatorios
- No tomarlo si se tiene asma, rinitis alérgica o pólipos nasales
- No tomarlo si se está embarazada, en periodo de lactancia o se planea tener un hijo
- No tomarlo si se está tomando otros medicamentos que puedan interactuar con el ketorolaco, como anticoagulantes, antihipertensivos, diuréticos, antidepresivos o corticoides
- No tomarlo si se ha tenido un infarto de miocardio o un accidente cerebrovascular recientemente
- No tomarlo si se va a someter a una cirugía cardíaca o vascular
- No tomarlo junto con alcohol, tabaco o drogas
- No conducir ni manejar maquinaria peligrosa si se siente mareado, somnoliento o con visión borrosa
¿Qué efectos secundarios puede causar el ketorolaco?
El ketorolaco puede causar efectos secundarios en algunas personas, especialmente si se toma en dosis altas o por mucho tiempo. Algunos de los efectos secundarios más frecuentes son:
- Náuseas, vómitos, diarrea, estreñimiento, dolor abdominal o gases
- Dolor de cabeza, mareos, somnolencia, nerviosismo o insomnio
- Sangrado nasal, irritación de la garganta o dificultad para respirar
- Aumento de la presión arterial, taquicardia o palpitaciones
- Retención de líquidos, hinchazón de las extremidades o aumento de peso
- Erupción cutánea, picazón, enrojecimiento o urticaria
Algunos de los efectos secundarios más graves son:
- Úlcera gástrica, perforación intestinal o hemorragia digestiva
- Insuficiencia renal, necrosis tubular o síndrome nefrótico
- Insuficiencia hepática, hepatitis o ictericia
- Anemia, trombocitopenia o leucopenia
- Infarto de miocardio, accidente cerebrovascular o trombosis
- Reacción alérgica severa, shock anafiláctico o edema angioneurótico
Si se presenta alguno de estos efectos secundarios, se debe suspender el uso del ketorolaco y acudir al médico de inmediato.
Así pues, el ketorolaco es un medicamento que puede ayudar a las personas que sufren de dolor fuerte, siempre y cuando se use con responsabilidad y bajo supervisión médica. El ketorolaco tiene un mecanismo de acción que bloquea las prostaglandinas, que son las causantes del dolor y la inflamación. El ketorolaco se puede tomar por diferentes vías, según la intensidad del dolor y las características del paciente. Sin embargo, el ketorolaco también tiene riesgos y efectos secundarios que pueden ser graves si se abusa o se usa de forma inadecuada. Por eso, es importante seguir las indicaciones del médico y estar atento a cualquier señal de alarma. El ketorolaco es un medicamento potente, pero no es una solución mágica para el dolor.