El ginkgo biloba es una planta milenaria que se ha usado desde la antigüedad por sus múltiples beneficios para la salud. Sus hojas contienen sustancias que mejoran la circulación, el cerebro, la inflamación y el estrés oxidativo. En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre el ginkgo biloba: qué es, para qué sirve, cómo tomarlo y qué precauciones hay que tener. Sigue leyendo y descubre cómo esta planta puede ayudarte a mejorar tu calidad de vida.
¿Para qué sirve el ginkgo biloba?
El ginkgo biloba se utiliza principalmente por sus propiedades sobre el sistema circulatorio y el cerebro, aunque también tiene otros beneficios para la salud. Entre sus principios activos se encuentran el ginkgetol, el isoginkgetol, los ginkgólidos, los bilobálidos, el quercetol, el rutósido, los fitosteroles y los flavonoides. Estas sustancias le confieren al ginkgo biloba las siguientes propiedades:
- Vasodilatador: el ginkgo biloba mejora el flujo sanguíneo al dilatar los vasos sanguíneos, lo que favorece la llegada de oxígeno y nutrientes a los tejidos.
- Estimulante circulatorio: el ginkgo biloba previene y trata los trastornos circulatorios, como las varices, las hemorroides, las úlceras, la claudicación intermitente o el síndrome de Raynaud.
- Venotónico: el ginkgo biloba fortalece las paredes de las venas y evita su inflamación y dilatación, lo que ayuda a prevenir la formación de coágulos y trombos.
- Antiagregante plaquetario: el ginkgo biloba impide que las plaquetas se adhieran entre sí y formen trombos, lo que reduce el riesgo de sufrir infartos, ictus o trombosis.
- Antiespasmódico: el ginkgo biloba relaja la musculatura lisa de los vasos sanguíneos y de otros órganos, lo que alivia los espasmos y los dolores asociados.
- Antiinflamatorio: el ginkgo biloba inhibe la producción de sustancias que causan inflamación, como las prostaglandinas y los leucotrienos, lo que ayuda a reducir la hinchazón, el enrojecimiento y el dolor en diversas afecciones, como la artritis, la artrosis, la sinusitis o la bronquitis.
- Antioxidante: el ginkgo biloba neutraliza los radicales libres, que son moléculas inestables que dañan las células y el ADN, y que se asocian al envejecimiento y a diversas enfermedades degenerativas, como el alzhéimer, el parkinson, el cáncer o la diabetes.
- Diurético: el ginkgo biloba aumenta la producción y eliminación de orina, lo que ayuda a depurar el organismo y a prevenir la retención de líquidos, la hipertensión, la insuficiencia renal o las infecciones urinarias.
Gracias a estas propiedades, el ginkgo biloba se utiliza para mejorar el rendimiento cerebral y la capacidad de concentración, para prevenir la pérdida de memoria y el cansancio mental, para combatir la depresión y la ansiedad, para aliviar los vértigos, los mareos, los zumbidos de oídos y los dolores de cabeza, para mejorar la visión y la audición, para prevenir y tratar las enfermedades cardiovasculares, para mejorar la función sexual y la fertilidad, para reforzar el sistema inmunitario y para retrasar el envejecimiento celular.
Ginkgo biloba: el árbol milenario que mejora tu salud
El ginkgo biloba es un árbol que pertenece a la familia Ginkgoaceae, la única que queda de la clase Ginkgopsida, que se considera un fósil viviente porque se ha encontrado su presencia en el registro fósil desde hace 290 millones de años. Es originario de China, donde se le conoce como albaricoque plateado o fruta blanca, y se ha extendido por todo el mundo por su valor ornamental y medicinal.
El ginkgo biloba se caracteriza por tener una corteza de color marrón grisáceo, una copa cónica y unas hojas bilobuladas que se asemejan a un abanico. En otoño, sus hojas se tornan de un amarillo brillante antes de caer. El árbol puede alcanzar hasta 40 metros de altura y vivir más de mil años. De hecho, se han documentado ejemplares de más de 2.500 años de antigüedad.
El nombre de ginkgo biloba proviene del japonés, donde se pronuncia ichō, y significa albaricoque de plata. El científico alemán Engelbert Kaempfer fue el primero en introducir el nombre al occidente en el siglo XVII, aunque lo escribió como ginkyo por un error de transcripción. El nombre de árbol de los cuarenta escudos se debe a que un aficionado parisino pagó esa cantidad por cada uno de los cinco ginkgos que compró a un horticultor inglés.
¿Cómo tomar el ginkgo biloba?
El ginkgo biloba se puede tomar de diferentes formas, según la preferencia y la necesidad de cada persona. Las más habituales son:
- Infusión: se prepara con una cucharadita de hojas secas de ginkgo biloba por cada taza de agua hirviendo. Se deja reposar unos 10 minutos y se cuela. Se puede tomar hasta tres veces al día, preferiblemente antes de las comidas.
- Extracto: se obtiene de las hojas secas de ginkgo biloba mediante un proceso de extracción con alcohol o agua. Se presenta en forma líquida o en cápsulas, y se puede encontrar en herbolarios, farmacias o tiendas especializadas. Se debe seguir la dosis recomendada por el fabricante o el profesional de la salud, que suele oscilar entre 80 y 240 miligramos al día, repartidos en dos o tres tomas.
- Tintura: se elabora macerando las hojas secas de ginkgo biloba en alcohol durante varias semanas. Se filtra y se guarda en un frasco oscuro. Se puede tomar de 20 a 40 gotas, diluidas en agua o zumo, hasta tres veces al día.
- Polvo: se obtiene moliendo las hojas secas de ginkgo biloba hasta obtener un polvo fino. Se puede tomar una cucharadita al día, mezclada con agua, zumo, yogur o miel.
¿Qué precauciones hay que tener con el ginkgo biloba?
El ginkgo biloba es una planta segura y bien tolerada, siempre que se respeten las dosis y las indicaciones adecuadas. Sin embargo, hay que tener en cuenta algunas precauciones y contraindicaciones antes de consumirlo:
- Alergia: algunas personas pueden ser alérgicas al ginkgo biloba o a alguno de sus componentes, lo que puede provocar reacciones como erupciones, picor, hinchazón o dificultad para respirar. En caso de presentar estos síntomas, se debe suspender el consumo y consultar al médico.
- Embarazo y lactancia: no se recomienda el uso de ginkgo biloba durante el embarazo y la lactancia, ya que no hay suficientes estudios que garanticen su seguridad y eficacia en estas etapas. Además, el ginkgo biloba puede interferir con la coagulación y aumentar el riesgo de sangrado.
- Niños: no se aconseja el uso de ginkgo biloba en niños menores de 12 años, ya que no hay suficientes estudios que avalen su seguridad y eficacia en esta población. Además, el ginkgo biloba puede afectar al desarrollo del sistema nervioso y hormonal de los niños.
- Medicamentos: el ginkgo biloba puede interactuar con algunos medicamentos, potenciando o disminuyendo sus efectos. Entre los medicamentos que pueden interactuar con el ginkgo biloba se encuentran los anticoagulantes, los antiplaquetarios, los antiinflamatorios, los antidepresivos, los anticonvulsivantes, los antidiabéticos, los antihistamínicos
El ginkgo biloba es una planta que tiene mucho que ofrecer a nuestra salud. Sus hojas son una fuente de sustancias que actúan sobre el sistema circulatorio, el cerebro, la inflamación y el estrés oxidativo. Estas sustancias nos ayudan a prevenir y tratar diversas enfermedades, a mejorar nuestro rendimiento mental y físico, a combatir el envejecimiento y a reforzar nuestro sistema inmunitario. El ginkgo biloba se puede consumir de diferentes formas, siempre respetando las dosis y las indicaciones adecuadas. Además, hay que tener en cuenta algunas precauciones y contraindicaciones, especialmente si se está embarazada, se tiene alergia o se toman medicamentos. El ginkgo biloba es una planta milenaria que merece la pena conocer y aprovechar. ¿Te animas a probarla?