El Tren de Aragua es una organización criminal caracterizada por su resiliencia y capacidad de adaptación, ha expandido su influencia más allá de América Latina, llegando incluso a Europa. A pesar de los esfuerzos de las autoridades de países como Perú y Colombia, el grupo ha demostrado ser capaz de resistir y mantener sus operaciones, haciendo uso de técnicas modernas de comunicación y criptografía. Se subraya la urgente necesidad de un esfuerzo internacional coordinado para enfrentar y desmantelar a esta peligrosa organización.
Tren de Aragua: La mega banda que revoluciona el crimen organizado en América Latina
El Tren de Aragua (TdA), con más de 2500 miembros y una presencia internacional, se ha convertido en uno de los grupos delictivos más prolíficos y peligrosos en América Latina. Este grupo, con sede en la prisión de Tocorón en Aragua, se caracteriza por su poder de fuego, estructura jerárquica y amplitud de actividades ilegales que van desde el soborno hasta el tráfico de seres humanos.
Orígenes y expansión
El TdA se originó entre 2009 y 2010 como un sindicato de la construcción en un proyecto de ferrocarril inconcluso. Cuando el proyecto falló, el grupo se adentró en el mundo del crimen organizado bajo el liderazgo de Héctor Rusthenford Guerrero Flores, también conocido como “El Niño”. El grupo ha experimentado un crecimiento significativo, tanto en términos de miembros como de actividades ilegales.
Su expansión ha sido notable, inicialmente limitada al estado de Aragua, hoy en día se extiende por 11 estados de Venezuela y se ha ramificado a nivel internacional, con presencia confirmada en Brasil, Colombia, Perú, Bolivia, Chile y otros países.
Estructura y operaciones
El TdA tiene una estructura jerárquica bien definida que incluye sicarios, miembros de inteligencia, informantes y un pran o líder supremo. El pran actual es “El Niño” Guerrero, quien dirige las operaciones desde dentro de la prisión de Tocorón. Bajo su mando, el grupo se ha diversificado en una amplia gama de actividades ilegales, entre las que se encuentran:
- La extorsión.
- El robo de ganado.
- El fraude bancario.
- El secuestro.
- El tráfico de drogas y personas.
El TdA ha demostrado ser audaz en sus acciones. En Venezuela, ha habido resistencia tanto de otras bandas criminales como de las autoridades. Han surgido conflictos con grupos rivales y las autoridades que han resultado en muertes. En un incidente destacado en mayo de 2019, el TdA tendió una emboscada a militares y policías, matando a seis.
En el extranjero, el TdA también ha llevado a cabo acciones violentas. En Perú, el grupo tiene alrededor de 2,700 miembros y ha estado involucrado en planificaciones de robos a bancos. En Colombia, el TdA ha estado implicado en violencia, asesinatos y enfrentamientos con grupos rivales.
“La presencia del Tren de Aragua en el extranjero marca una nueva etapa en la evolución del crimen organizado en América Latina”. – Ronna Rísquez, periodista de investigación venezolana
Desafíos y respuesta legal
Las autoridades han intentado contrarrestar el auge del TdA con la captura y condena de algunos de sus miembros y líderes, pero muchos aún siguen en libertad. Los enfrentamientos con la policía también han resultado en la muerte de varios miembros del TdA. En Perú, las autoridades han arrestado a varios miembros del TdA en varias ocasiones.
Actos de violencia y confrontación legal
Las acciones violentas de TdA no han dejado de generar alarma. En 2019, la banda tendió una emboscada a militares y policías, asesinando a 6 de ellos en Venezuela. TdA también ha estado envuelta en enfrentamientos mortales con grupos rivales en Colombia, y en Perú se informa de la presencia de alrededor de 2,700 miembros, algunos de los cuales fueron arrestados mientras planeaban un robo a un banco en 2018.
Las fuerzas de la ley no han sido pasivas ante estas acciones. Algunos miembros y líderes del TdA han sido capturados y condenados, pero muchos todavía están en libertad. Las confrontaciones con la policía han resultado en la muerte de varios miembros de TdA, pero estos sucesos no han logrado detener las operaciones de la banda.
“La presencia continua de gangsters venezolanos en las sobrepobladas prisiones peruanas se considera un desafío, junto con la falta de tecnología para rastrear otras células y los riesgos de expansión de la organización criminal” – Informe de la Policía Nacional del Perú.
En Venezuela, las autoridades han sido acusadas de llevar a cabo ejecuciones extrajudiciales en su lucha contra el TdA. En Colombia, las autoridades han informado de la presencia del TdA, que ha estado involucrado en violencia, asesinatos y enfrentamientos con grupos rivales.
En un incidente notable, en junio de 2021, el TdA incendió una fábrica después de que los propietarios se negaron a pagar un soborno.
TdA en América Latina y más allá
El TdA ha ampliado su alcance más allá de las fronteras de Venezuela, estableciendo presencia en otros países de América Latina y en Europa.
En Bolivia, aunque la presencia del TdA ha sido sutil, ha establecido una pequeña base de operaciones en Pisiga, donde ha identificado y explotado a mujeres venezolanas que viven en la calle para la explotación sexual y el tráfico a Chile. También han extorsionado a las familias de las víctimas para que transporten drogas de Bolivia a otros países bajo amenazas de muerte.
En Chile, han tenido un impacto considerable, donde han estado involucrados en la trata de personas, la explotación sexual infantil y la extorsión. El país no estaba preparado para la irrupción de la delincuencia organizada extranjera y se están llevando a cabo esfuerzos para abordar este problema.
En Brasil, el TdA ha establecido alianzas con el Primeiro Comando da Capital (PCC), una de las organizaciones criminales más poderosas del país.
Un legado de violencia y delincuencia
El TdA ha dejado un legado de violencia y delincuencia en su estela, con actos de asesinato, extorsión, secuestro y tráfico de personas. Sus actividades también han llevado a confrontaciones violentas con las autoridades y con otras bandas criminales.
La banda ha demostrado ser altamente resiliente y adaptable, capaz de expandirse a nuevos territorios y adaptarse a las circunstancias cambiantes. Su capacidad para infiltrarse en nuevas áreas y establecer alianzas con grupos criminales existentes ha dificultado los esfuerzos para desmantelarla.
Los esfuerzos internacionales para combatir al TdA han sido mixtos. Mientras que algunos países han tenido cierto éxito en la captura y enjuiciamiento de miembros del grupo, otros han luchado para contrarrestar su influencia y presencia.
Además de su presencia en América Latina, el TdA también ha logrado extenderse a Europa. Hay informes de su presencia en España y Portugal, donde se dice que han llevado a cabo una serie de crímenes, incluyendo tráfico de drogas y personas.
Los esfuerzos por desmantelar el TdA
A pesar de los desafíos, las autoridades de diversos países están tomando medidas para combatir al TdA. Han habido esfuerzos conjuntos de inteligencia entre Perú, Colombia, y Venezuela para compartir información y coordinar acciones contra el grupo. Aunque estos esfuerzos han tenido algún éxito, el TdA sigue siendo una amenaza significativa.
En Perú, las autoridades han intensificado sus esfuerzos para capturar a los miembros del TdA. Han realizado varias redadas y han conseguido arrestar a varios miembros clave del grupo. Sin embargo, la captura de estos miembros no ha logrado detener completamente las operaciones del grupo, que continúa reclutando y llevando a cabo sus actividades criminales.
Las autoridades colombianas también han estado trabajando para desmantelar el TdA en su país. Han llevado a cabo varias operaciones contra el grupo, y han conseguido capturar a varios miembros clave. Sin embargo, al igual que en Perú, estos esfuerzos no han logrado detener completamente las operaciones del grupo.
No queda sombra de duda: estamos en presencia de un desafío global que requiere acciones coordinadas y decididas. La tenaz resistencia de TdA y su expansión geográfica representan una amenaza que transciende fronteras, desafiando la seguridad internacional. Esta situación demanda una alianza global unificada, en la que la cooperación y el intercambio de información entre países se convierten en armas vitales. Es el momento de actuar. Combatir al TdA no es solo cuestión de justicia y seguridad, sino también un imperativo moral para proteger la paz y el bienestar de la ciudadanía a nivel mundial.