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Carbamazepina – Para Qué Sirve

La carbamazepina es un medicamento anticonvulsivo que se usa para tratar la epilepsia, el trastorno bipolar y el dolor neuropático. Estas son condiciones que afectan al sistema nervioso y que pueden causar convulsiones, cambios de humor o dolor crónico. La carbamazepina ayuda a prevenir o reducir estos síntomas al bloquear la actividad eléctrica anormal de las neuronas. Sin embargo, la carbamazepina no está exenta de efectos secundarios y precauciones que debes conocer antes de tomarla. En este artículo te ofrecemos una guía completa sobre este fármaco que puede mejorar tu salud y tu bienestar.

Carbamazepina Para qué Sirve

Contenido de la Página

¿Para qué sirve la Carbamazepina?

La carbamazepina es un medicamento que se usa para tratar diferentes condiciones que afectan al sistema nervioso, como la epilepsia, el trastorno bipolar y el dolor neuropático. En este artículo te explicaré qué es la carbamazepina, cómo actúa, cómo se toma, qué efectos secundarios puede tener y qué precauciones debes tener en cuenta si la usas.

¿Cómo actúa la carbamazepina?

La carbamazepina es un fármaco que pertenece al grupo de los anticonvulsivos, es decir, que previene o reduce las convulsiones o crisis epilépticas. Estas son episodios de actividad eléctrica anormal en el cerebro que pueden causar síntomas como pérdida de conciencia, movimientos involuntarios, alteraciones sensoriales o cambios de humor.

La carbamazepina actúa bloqueando los canales de sodio de las neuronas, que son unas estructuras que regulan el paso de iones (partículas cargadas eléctricamente) a través de la membrana celular. Al hacer esto, la carbamazepina impide que las neuronas se exciten demasiado y se produzca una descarga eléctrica excesiva que pueda provocar una convulsión.

Además de su efecto anticonvulsivo, la carbamazepina también tiene un efecto estabilizador del ánimo, lo que significa que ayuda a regular los cambios de humor que se dan en el trastorno bipolar. El trastorno bipolar es una enfermedad mental que se caracteriza por la alternancia de episodios de depresión y de manía. La manía es un estado de ánimo elevado, eufórico o irritable, que puede ir acompañado de una mayor actividad, impulsividad, falta de juicio o ideas delirantes.

La carbamazepina también puede aliviar el dolor neuropático, que es un tipo de dolor que se produce por una lesión o un mal funcionamiento de los nervios. Este dolor puede ser causado por diversas enfermedades, como la diabetes, el herpes zóster, el VIH o el cáncer. La carbamazepina puede reducir el dolor neuropático al interferir con la transmisión de los impulsos dolorosos desde los nervios hasta el cerebro.

¿Cómo se toma la carbamazepina?

La carbamazepina se presenta en forma de comprimidos, cápsulas, jarabe o solución oral. La dosis y la frecuencia de la carbamazepina dependen de la condición que se esté tratando, de la edad, del peso y de la respuesta individual de cada persona. Por lo general, se empieza con una dosis baja que se va aumentando gradualmente hasta alcanzar la dosis óptima.

La carbamazepina se debe tomar con las comidas o con un vaso de agua, para evitar molestias estomacales. Se debe seguir las indicaciones del médico o del farmacéutico y no modificar la dosis ni la duración del tratamiento sin consultar previamente. Si se olvida una dosis, se debe tomar lo antes posible, pero si ya es casi la hora de la siguiente, se debe saltar la dosis olvidada y seguir con el horario habitual. No se debe tomar una dosis doble para compensar la dosis olvidada.

La carbamazepina es un medicamento que se debe tomar de forma regular y continua, aunque no se tengan síntomas. No se debe suspender el tratamiento de forma abrupta, ya que puede provocar un rebrote de las convulsiones o de los cambios de humor. Si se quiere dejar de tomar la carbamazepina, se debe hacer de forma gradual y bajo supervisión médica.

¿Qué efectos secundarios puede tener la carbamazepina?

La carbamazepina puede causar efectos secundarios en algunas personas, aunque no todas los experimentan. Los efectos secundarios más comunes son:

  • Somnolencia, mareos, aturdimiento, falta de coordinación, temblor, visión borrosa o doble.
  • Náuseas, vómitos, diarrea, estreñimiento, dolor abdominal, pérdida de apetito, sequedad de boca.
  • Dolor de cabeza, confusión, alteraciones de la memoria, dificultad para concentrarse, cambios de humor, ansiedad, depresión, alucinaciones.
  • Erupción cutánea, picor, urticaria, sensibilidad al sol, pérdida de cabello, cambios en el color de la piel o las uñas.
  • Aumento o disminución de peso, retención de líquidos, hinchazón de las extremidades, aumento del colesterol o de los triglicéridos.
  • Disminución de la libido, impotencia, irregularidades menstruales, infertilidad.

Estos efectos secundarios suelen ser leves o moderados y tienden a disminuir o desaparecer con el tiempo o con el ajuste de la dosis. Sin embargo, si son muy molestos o interfieren con las actividades diarias, se debe consultar con el médico o el farmacéutico.

La carbamazepina también puede causar efectos secundarios graves o potencialmente mortales, aunque son muy raros. Estos efectos secundarios son:

  • Reacciones alérgicas severas, como el síndrome de Stevens-Johnson o la necrólisis epidérmica tóxica, que se manifiestan con una erupción cutánea grave, ampollas, descamación de la piel, fiebre, dolor de garganta, inflamación de los ojos, úlceras en la boca o en los genitales, dificultad para respirar o tragar, o signos de infección. Estas reacciones alérgicas pueden ser más frecuentes en personas de ascendencia asiática que tienen un factor de riesgo genético. Por eso, antes de tomar carbamazepina, se debe hacer una prueba para determinar si se tiene ese factor de riesgo genético.
  • Alteraciones de la sangre, como anemia, leucopenia, trombocitopenia o agranulocitosis, que se manifiestan con cansancio, palidez, hemorragias, moretones, infecciones, fiebre o dolor de garganta. Estas alteraciones de la sangre pueden ser causadas por una disminución de la producción de células sanguíneas por parte de la médula ósea, que es el tejido que se encuentra dentro de los huesos y que se encarga de fabricarlas.
  • Problemas hepáticos, como hepatitis, ictericia o insuficiencia hepática, que se manifiestan con coloración amarillenta de la piel o de los ojos, orina oscura, heces claras, dolor en la zona del hígado, náuseas, vómitos, pérdida de apetito o malestar general. Estos problemas hepáticos pueden ser causados por una inflamación o un daño en el hígado, que es el órgano que se encarga de metabolizar y eliminar la carbamazepina y otras sustancias del organismo.
  • Problemas cardíacos, como arritmias, bloqueo cardíaco, insuficiencia cardíaca o paro cardíaco, que se manifiestan con palpitaciones, dolor en el pecho, dificultad para respirar, mareos, desmayos o pérdida de conciencia. Estos problemas cardíacos pueden ser causados por una alteración del ritmo o de la conducción eléctrica del corazón, que es el órgano que se encarga de bombear la sangre por todo el cuerpo.

Estos efectos secundarios graves o potencialmente mortales requieren atención médica urgente. Si se presentan, se debe dejar de tomar la carbamazepina y acudir al médico o al hospital más cercano.

Después de leer este artículo, ya sabes qué es la carbamazepina, cómo actúa, cómo se toma, qué efectos secundarios puede tener y qué precauciones debes tener en cuenta si la usas. La carbamazepina es un medicamento que puede ayudarte a controlar la epilepsia, el trastorno bipolar y el dolor neuropático, pero que requiere un seguimiento médico y una responsabilidad por tu parte. Recuerda que la carbamazepina no es una cura definitiva para estas condiciones, sino una herramienta que puede mejorar tu salud y tu bienestar. Por eso, consulta con tu médico o tu farmacéutico antes de tomarla, sigue sus indicaciones y no dudes en comunicarles cualquier duda o problema que tengas.

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