Un Calendario Productivo es una herramienta que nos ayuda a investigar cómo trabajamos y producimos cosas en nuestra cultura. Lo usamos para aprender más sobre nuestra comunidad, como un recurso para enseñar y también se convierte en una parte valiosa de nuestra cultura y tradición.
Entendiendo el Calendario Productivo
El Calendario Productivo se presenta como una herramienta de investigación constante que, a través del diálogo de saberes (el conocimiento popular y académico), revela las actividades que se llevan a cabo en la escuela y en la comunidad. Este instrumento brinda al docente elementos para la planificación pedagógica y educativa, considerando aspectos clave como la historia, cultura, ecología, ambiente, producción, trabajo, economía, salud y organización social.
La creación del calendario es una labor colectiva realizada por los diferentes actores comunitarios y se convierte en una estrategia y técnica para recopilar información. En su conformación, el calendario aborda la ecología, el ambiente, la producción, lo social, lo laboral, lo religioso y lo histórico cultural.
Es fundamental comprender que el Calendario Productivo es más que una mera recopilación de fechas y eventos. Este se convierte en un patrimonio cultural de las comunidades que lo usan y lo comparten, y en su contenido y estructura, presenta los valores axiológicos de los colectivos a los que establece normas y acuerdos, contemplando valores estéticos, éticos, espirituales, económicos y colectivos.
El Proceso de Construcción del Calendario Productivo
La construcción del Calendario Productivo es un proceso que involucra diversos pasos. Primero, se realiza una investigación con la comunidad y los docentes actúan como intermediarios que garantizan la convocatoria de la comunidad y los alumnos, el acondicionamiento del local y la preparación de los materiales.
Durante la construcción, se trabaja en la jerarquización de los productos agrícolas y se diseñan los meses del calendario, los ciclos lunares, las condiciones climáticas, los eventos y las fechas. Es importante que se promueva la participación activa de los niños en este proceso.
La evaluación es otro componente fundamental de este proceso. Se evalúan las estrategias de investigación de los docentes, el nivel de integración de la comunidad, la apropiación, la planificación y participación de la organización, y el aprendizaje de los niños.
Objetivos del Calendario Productivo
El objetivo principal del Calendario Productivo es crear espacios de formación integral del nuevo ciudadano, en los que se fortalezca el autofinanciamiento, la autogestión y la participación comunitaria a través de la educación y el trabajo. Esto se ve como un proceso fundamental para alcanzar los fines de las políticas y filosofía de la nueva escuela.
Además, se pretende establecer una propuesta pedagógica para articular el Calendario Productivo Socio Cultural con el proyecto educativo integral comunitario a través de un instrumento de planificación. Esta herramienta permitiría a los maestros planificar de manera sencilla, precisa y eficaz las actividades pedagógicas para la enseñanza y el aprendizaje de las distintas áreas a partir del saber popular recogido previamente en el Calendario Productivo Socio Cultural.
La Cartografía en los Calendarios Productivos
La cartografía es esencial en la metodología de los Calendarios Productivos. Sugiere la aplicación de la metodología “Producir el mapa del lugar”, la cual promueve el conocimiento espacial, el análisis y la creación de mapas, fortaleciendo así el sentido de pertenencia a la comunidad.
La cartografía es vista como una forma de comunicación, un arte de dibujar mapas, y una ciencia de representación del espacio geográfico. Esta propuesta rompe con el uso tradicional de los mapas y los considera como un recurso didáctico esencial.
Calendario Productivo y Comunidad
El Calendario Productivo permite un diálogo de saberes (saber popular con saber académico), y ubicar las actividades que se realizan en la escuela y en la comunidad. Esta información proporciona elementos para la planificación del trabajo pedagógico y educativo considerando diversos aspectos como la historia, cultura, ecología, ambiente, producción, trabajo, economía, salud y organización social.
El Calendario, construido colectivamente por los diferentes actores comunitarios, se convierte en una estrategia y técnica para recoger información, abarcando áreas como la ecología, el ambiente, la producción, lo social, lo laboral, lo religioso y lo histórico-cultural. Este calendario es patrimonio cultural de los pueblos que lo utilizan y lo comparten, y refleja los valores estéticos, éticos, espirituales, económicos y colectivos de los grupos a los que establece normas y acuerdos.
El Calendario, como estrategia de investigación, facilita la construcción del conocimiento de la realidad por sus variables y se convierte en un constructor permanente de currículo. Por ejemplo, el calendario permite entender cómo la “cosecha” afecta la rutina escolar.
¿Qué buscamos?
- Propiciar la integración escolar-comunidad: Es esencial entender la escuela como parte activa de la comunidad, y viceversa. Este enfoque permite un aprendizaje contextualizado y relevante para los estudiantes, a la vez que fomenta una participación más activa de la comunidad en la educación.
- Fomentar la comprensión del entorno local: Conocer el entorno y las actividades productivas locales es esencial para el desarrollo de habilidades y competencias relevantes. El calendario productivo permite a los estudiantes entender las dinámicas de su entorno, y cómo estas se relacionan con el resto del mundo.
- Desarrollar habilidades de análisis y resolución de problemas: La integración de la cartografía y el calendario productivo fomenta la capacidad de análisis y resolución de problemas. Los estudiantes aprenden a recopilar y procesar datos, a analizar la información y a desarrollar soluciones a los desafíos que enfrenta su comunidad.
- Promover la identidad local y el sentido de pertenencia: El conocimiento y la valoración de la propia cultura y entorno fomentan el sentido de identidad y pertenencia. Este aspecto es crucial para el desarrollo personal y social de los estudiantes.
- Contribuir a la sostenibilidad y el desarrollo local: Mediante la comprensión y participación en las actividades productivas locales, los estudiantes pueden contribuir de manera más efectiva a la sostenibilidad y al desarrollo de su comunidad. Esta participación activa en la vida local también puede ser un factor motivador para el aprendizaje.
Apostando por un futuro próspero, la implementación del Calendario Productivo Socio Cultural en nuestra pedagogía representa un paso audaz hacia una educación verdaderamente integral. Esta herramienta pedagógica innovadora nos permite articular el saber popular con el académico, creando espacios de formación que fomentan la autogestión, el autofinanciamiento y la participación comunitaria. Estamos ante una revolución educativa, en la que cada niño y niña, cada docente, cada comunidad, son actores clave en la construcción de nuestra identidad cultural y nuestra soberanía. En este nuevo amanecer de la educación venezolana, nosotros decidimos el ritmo de nuestro propio calendario.