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“Hemos perdido el miedo y vamos a seguir denunciando las irregularidades“, dijo este miércoles a periodistas la presidenta del Colegio de Enfermería de Caracas, Ana Rosario Contreras, al término de una asamblea que tuvo lugar en un hospital de la capital y sirvió para hacer nuevas denuncias.
La dirigente social aseguró que tres enfermeras acudieron a una delegación policial donde fueron calificadas como unas delincuentes. Aseguró que es una venganza por parte de las autoridades del hospital.
“Pareciera que al gremio de enfermería le están cobrando el haber hecho visible la grave crisis que está afectando al sector salud, producto de que no hay insumos“, dijo.
El Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) está despidiendo a personal sanitario pese a tener un déficit de 3.000 enfermeras en todo el país. Contreras indicó que al menos 6.000 enfermeras se han ido del país debido a la crisis económica que se traduce en hiperinflación, escasez generalizada, devaluación de la moneda y fallas en todos los servicios públicos.
“El gobierno está sancionando, está pretendiendo sancionar la voz disidente de los trabajadores venezolanos que le estamos diciendo que no está cumpliendo su rol de patrono“, prosiguió la dirigente sindical al asegurar que otros 1.200 funcionarios públicos han sido despedidos desde que iniciaron las manifestaciones.
Gran parte del personal sanitario se declaró en paro técnico pues su salario mensual no supera los 15 dólares. Aunado a esto los hospitales públicos de Venezuela viven desde hace años una difícil situación que se ha agudizado en el último año en medio de la profundización de la crisis económica, pues algunos presentan estructuras colapsadas, fallos de agua, luz, equipos y la falta de medicinas entre otros.
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