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La perversión e ilegalidad del régimen chavista no tienen límites. Todas las tropelías le son permitidas con el apoyo de la FAN y la obediencia inconstitucional del tsj, el cne, la fiscal y el defensor: corrupción, hambre, violencia, inseguridad, escasez (de alimentos, medicinas, electricidad, agua potable, etc.), pobreza, desempleo, violación de los derechos humanos (derecho a la salud, a la seguridad, al trabajo, a la educación) y de nuestros derechos políticos, como el de impedirnos el revocatorio (RR) este año; con presos políticos que pagan cárcel y son torturados siendo inocentes, y hasta el derecho de circular libremente por las calles: nos lo prohíbe el hampa criminal provista con armas de guerra (bajo el silencio cómplice de la FAN). El jueves “colectivos” del 23E “ordenaron” y “prohibieron” al Cicpc transitar por la zona. En fin, que no hay derecho que no sea violado por el régimen de Maduro.
Las redes sociales mostraron esta semana imágenes de la crisis humanitaria que sufre el país a causa de la corrupción e ineficacia de Maduro: numerosas personas hambrientas (hombres, mujeres y niños) hurgando en las bolsas de basura de varios restaurantes de Caracas en busca de comida. El prestigioso diario norteamericano The New York Times presentaba la dantesca realidad de los pacientes psiquiátricos en la Venezuela devorada por la miseria y la escasez: “La falta de medicinas lleva a los enfermos mentales de Venezuela a la psicosis y a la desesperación”. El Observatorio Venezolano de la Violencia publica que “84% de las víctimas de la violencia son pobres”, y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, le pedía a Maduro que “tomara en cuenta muy seriamente las protestas de los venezolanos sobre la situación del país”. La coordinadora del Ministerio de Salud en el estado Bolívar prohíbe a los médicos informar sobre la muerte de numerosos infantes por un brote de difteria (señal de que el régimen habría suspendido el obligatorio plan de vacunación). Están apareciendo otros casos en Monagas y Anzoátegui, sin que el gobierno permita declarar la emergencia. El Observatorio Venezolano de la Salud, en carta pública, le pide a la Organización Panamericana de la Salud atender la crisis de malaria, que se sigue extendiendo (enfermedad erradicada hace años), en medio de una escasez general de medicinas que se mantiene en 85%. Por si fuera poco, murió un preso de la PGV, en San Juan de los Morros, por tuberculosis (enfermedad padecida por 27 reclusos más), en cuya prisión hay 1.500 adultos y 800 niños hacinados, “en un ambiente de falta de control y autoridad”, como señala el director del Observatorio Venezolano de Prisiones. Esta lista de miserias y delitos ocurría mientras Maduro enviaba a Haití, azotado por el huracán Matthew, 20 toneladas de ayuda en alimentos, medicinas y otros, “intentando con ello desmentir la gravedad de la crisis humanitaria venezolana”, caracterizada por una escasez inmensa de medicinas y de alimentos básicos. De los “inventos” de Maduro, como el “sacudón”, surgen cada vez peores resultados. Ahora grita que octubre será el mes “del golpe de timón para lograr la mayor eficiencia y eficacia posibles”, virtudes ausentes desde siempre en el chavismo.
A Aristóbulo le pide “eficiencia o nada” y nos tememos que será “nada”, como ocurrió con Luisana Melo, inepta ministra de Salud a quien Maduro le quitó la coordinación del plan “800 salud” y lo traspasó a los CLAP, con lo que el “remedio” será peor que “la enfermedad”. La inflación y la escasez se dispararon en los 8 meses largos de su decreto de emergencia, que al carecer de legalidad (Maduro ha utilizado 1,5 billones de bolívares en créditos adicionales sin aprobación de la AN) –como le ocurrirá a la aprobación inconstitucional del presupuesto de 2017– los contratos que se suscriban serán nulos. Nicolás decreta otra rapiña confiscatoria: “50% de la producción agroindustrial nacional irá directa a los CLAP”; y como el gobierno no produce porque lo “expropiado” está en ruinas, ese 50% que produce el sector privado será confiscado, sin pago alguno (confiscar es robar) con lo que ambos sectores –ya de por sí empobrecidos por el acoso oficial– quebrarán y aumentará la escasez. La industria petrolera, confiesa el sindicalista Wills Rangel –cuenta con 156.000 trabajadores y su producción a duras penas llega a 2 millones de bpd, aunque nos mienta diciendo que produce 3 millones. Cuando Chávez llegó al poder, Pdvsa tenía una nómina de 45.000 profesionales que producían 3,5 millones de bpd. Hoy la ruina de Pdvsa es tal que sus trabajadores “venden sus uniformes para comprar comida”. En agosto se registraron 8.350 apagones (20 trabajadores del sector eléctrico han muerto por inseguridad industrial). El FMI pronostica un caída de la economía venezolana de 10% en 2016 y una inflación en 2017 cercana a 2.000%. Para cubrir la canasta escolar se requieren 24,9 salarios mínimos. Por si fuera poco, China cerró el grifo de los préstamos a Venezuela.
La prensa internacional publicó estupefacta las insólitas declaraciones de Diosdado Cabello: “Leopoldo López será acusado de 43 homicidios por los familiares de los fallecidos durante las protestas de 2014”, a sabiendas de que las muertes fueron ejecutadas básicamente por cuerpos de seguridad y paramilitares del régimen. El acoso es dictatorial, ahora contra varios alcaldes opositores (Maracay y Maturín) sacados a punta de pistola por militantes del PSUV. Maduro grita: “Aquí no hay revocatorio, para que lo sepan” sin que el podrido cne simulase un amago de “protesta”. Puesto a mentir, Nicolás grita que “si hubiera nuevas elecciones parlamentarias, el oficialismo recuperaría la AN”. La pregunta es de cajón: ¿si está tan seguro de que las ganaría, por qué tiene tal pavor al revocatorio? Hasta el chavista Rangel Silva, ex ministro de la Defensa y gobernador de Trujillo, reconoce que “el gobierno perdería el RR de realizarse este año”. Mientras Colombia hizo el plebiscito en 6 semanas, las 4 indignas del cne siguen impidiendo el RR. Hasta el cne y tsj rojitos se preparan para decir que hubo “fraude” en las firmas del 1%. Añaden que no hay dinero ni para las regionales, ni el RR, aunque lo hubo a borbotones para dilapidar 200 millones de dólares en la bufonada del NOAL, y ahora para instalar una emisora en Miraflores y así aumentar su obscena hegemonía comunicacional. Incluso sugieren que los retrasos en la llegada de recursos postergarían el 20% para noviembre, y pasarse por el arco de triunfo los derechos y esperanzas de un pueblo que quiere sacar pacíficamente del poder a Maduro.
Quienes juegan con fuego, suelen quemarse. El secretario general de la OEA, Luis Almagro, ante tanta iniquidad, declaró tajante que “si no hubiera RR este año, sería imprescindible aplicar acciones drásticas”. Venezuela acaba de ser calificada por el Foro Económico Mundial como el país más corrupto, seguido de Bolivia, del pana Evo; del Brasil, de su también pana Lula, y de la beneficiaria de los 800.000 dólares de la valija de Antonini, Cristina K. Nicolás está solo. Sus protegidos del continente perdieron el poder ignominiosamente y están siendo juzgados, como le pasará a Maduro y su tropa.
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