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Es así como un país rico cada vez se parece más a una historia de terror, pues los peores escenarios son los que se viven a diario en Venezuela. Hoy, quienes juraron proteger la integridad de una nación, de velar por el bienestar de sus ciudadanos, se aprovechan de la necesidad a cambio de placer.
González expresó que “es denigrante denunciar que quienes están llamados a defender a la ciudadanía y protegerla se encuentran en este momento violando los derechos de miles de mujeres anzoatiguenses”, justo antes de agregar que “la desvergüenza se pasea con uniforme en el país”.
Agregó que no se trata sólo de policías, pues tanto agentes de la Policía de Anzoátegui como funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana extorsionan a mujeres para ubicarlas en los primeros puestos de las largas colas, que se forman en los centros de expendio de alimentos.
El parlamentario denunció que los uniformados piden hasta 4 o 5 mil bolívares para colocarlas al frente de las filas para el acceso a productos de primera necesidad.
Pero, en la actualidad se siente alarmado, ya que la extorsión monetaria se ha convertido en carnal. “La extorsión que están llevando adelante es monetaria y sexual”, afirmó.
González aseguró que los funcionarios obligan a las anzoatiguenses a hacerles sexo oral, a cambio del privilegio de estar en los primeros sitios para adquirir harina precocida, arroz, espagueti, pollo o carne.
“Se debe dar un castigo ejemplarizante a aquellos agentes policiales que han violado los derechos humanos de las mujeres, quienes, víctimas de estos y de la necesidad, han sido presionadas a entregar su dignidad a cambio de la posibilidad de comer”, sentenció.
El dirigente del partido Vente Venezuela, que preside María Corina Machado, añadió que “estamos en presencia de un proceso de ‘jineteralización’ de la sociedad, así como sucedió en Cuba”. ¿Será que esta aberración sucede sólo en Anzoátegui o a nivel nacional?
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