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Clonazepam – Para Qué Sirve

El clonazepam, medicamento perteneciente al grupo de las benzodiazepinas, es utilizado para tratar afecciones del sistema nervioso como la ansiedad, convulsiones, trastorno bipolar y más. Actúa potenciando la acción del GABA (ácido gamma-aminobutírico) en el cerebro, reduciendo la excitabilidad neuronal. Es conocido también bajo nombres comerciales como Rivotril, Cionex y Klonpin, entre otros. Sus usos varían desde tratar el síndrome del pánico hasta el vértigo. A pesar de sus beneficios, puede presentar efectos secundarios, por lo que su consumo debe ser bajo estricta prescripción y supervisión médica.

Clonazepam Para Que Sirve

Contenido de la Página

¿Qué es el clonazepam y cómo funciona?

El clonazepam, también conocido por los nombres comerciales de Rivotril, Cionex, Diocam, Klonpin, Linotril y Paxam, entre otros, es una pastilla que se toma por vía oral, generalmente una o varias veces al día, según la indicación del médico.

El clonazepam actúa sobre un tipo de sustancia química que hay en el cerebro llamada GABA (ácido gamma-aminobutírico), que es la encargada de regular la actividad de las células nerviosas. El GABA tiene un efecto inhibidor, es decir, que hace que las células nerviosas se exciten menos y se comuniquen menos entre ellas. Esto produce una disminución de la ansiedad, la agitación, el miedo y la tensión muscular.

Las benzodiazepinas, como el clonazepam, potencian la acción del GABA, haciendo que su efecto inhibidor sea más fuerte. De esta manera, el clonazepam ayuda a controlar los síntomas de algunas enfermedades que se caracterizan por una excesiva actividad o excitación del sistema nervioso, como el síndrome del pánico, la epilepsia, el trastorno bipolar y otros.

¿Para qué sirve el clonazepam?

El clonazepam tiene varios usos médicos, dependiendo de la enfermedad que se quiera tratar. Algunos de los más comunes son:

  • El síndrome del pánico: es un trastorno de ansiedad que se manifiesta por ataques repentinos e intensos de miedo o terror, acompañados de síntomas físicos como palpitaciones, sudoración, dificultad para respirar, mareos, náuseas y sensación de perder el control o morir. El clonazepam ayuda a reducir la frecuencia y la intensidad de estos ataques, así como a disminuir el miedo a sufrirlos.
  • La epilepsia: es una enfermedad que se produce por alteraciones en la actividad eléctrica del cerebro, que provocan episodios repetidos de convulsiones o crisis epilépticas. Estas pueden afectar a todo el cuerpo o a una parte de él, y causar pérdida de conciencia, movimientos involuntarios, alteraciones sensoriales o emocionales. El clonazepam ayuda a prevenir o disminuir la frecuencia y la severidad de las crisis epilépticas, especialmente las llamadas crisis de ausencia o síndrome de Lennox-Gastaut.
  • El trastorno bipolar: es una enfermedad que se caracteriza por cambios extremos en el estado de ánimo, que van desde la euforia o manía hasta la depresión. Estos cambios pueden durar días, semanas o meses, y afectan al pensamiento, al comportamiento y a las relaciones personales. El clonazepam ayuda a controlar los síntomas de la fase maníaca, como la agitación, la irritabilidad, la impulsividad y la hiperactividad.

Otros usos menos frecuentes del clonazepam son:

  • La fobia social: es un trastorno de ansiedad que se manifiesta por un miedo intenso e irracional a situaciones sociales o públicas, donde la persona teme ser juzgada, criticada o humillada por los demás. El clonazepam ayuda a reducir la ansiedad y el nerviosismo asociados a estas situaciones.
  • La acatisia: es un efecto secundario que puede producir algunos medicamentos antipsicóticos, que se caracteriza por una sensación de inquietud, impaciencia o incapacidad para permanecer quieto o sentado. El clonazepam ayuda a aliviar este síntoma.
  • El síndrome de las piernas inquietas: es un trastorno que se produce por una necesidad irresistible de mover las piernas, especialmente por la noche, cuando se está en reposo. Esto causa dificultad para conciliar el sueño y altera la calidad del descanso. El clonazepam ayuda a disminuir los movimientos involuntarios de las piernas y a mejorar el sueño
  • El vértigo y los trastornos del equilibrio>: son sensaciones de movimiento o giro del entorno o de uno mismo, que pueden estar acompañadas de náuseas, vómitos, sudoración y pérdida de equilibrio. El clonazepam ayuda a reducir estos síntomas y a mejorar la estabilidad.
  • El síndrome de la boca ardiente: es una sensación de ardor, dolor o picazón en la boca, que puede afectar a la lengua, el paladar, las encías o los labios. No tiene una causa aparente y puede durar meses o años. El clonazepam ayuda a aliviar esta sensación y a mejorar la calidad de vida.
  • El temblor esencial: es un movimiento involuntario y rítmico de alguna parte del cuerpo, especialmente las manos, que se produce sin una causa conocida. Puede interferir con las actividades cotidianas y causar vergüenza o incomodidad. El clonazepam ayuda a disminuir la intensidad y la frecuencia del temblor.

¿Qué efectos secundarios puede tener el clonazepam?

Como todo medicamento, el clonazepam puede tener efectos secundarios, que pueden variar según la dosis, la duración del tratamiento y la sensibilidad de cada persona. Algunos de los más comunes son:

  • Somnolencia, cansancio o debilidad.
  • Mareos, aturdimiento o inestabilidad.
  • Dificultad para concentrarse, memoria o atención.
  • Visión borrosa o doble.
  • Náuseas, vómitos, diarrea o estreñimiento.
  • Pérdida del apetito o aumento de peso.
  • Sequedad de boca o salivación excesiva.
  • Irritabilidad,depresión, ansiedad o cambios de humor.

Estos efectos suelen ser leves y transitorios, y tienden a disminuir con el tiempo o al ajustar la dosis. Sin embargo, si son muy molestos o persistentes, se debe consultar con el médico.

Otros efectos secundarios menos frecuentes pero más graves son:

  • Reacciones alérgicas, como erupción cutánea, picazón, hinchazón o dificultad para respirar.
  • Problemas respiratorios, como respiración lenta, superficial o irregular.
  • Problemas hepáticos, como ictericia (coloración amarillenta de la piel o los ojos), orina oscura o heces claras.
  • Problemas sanguíneos, como anemia (disminución de los glóbulos rojos), leucopenia (disminución de los glóbulos blancos) o trombocitopenia (disminución de las plaquetas).
  • Problemas musculares, como debilidad, rigidez, espasmos o temblores.
  • Problemas urinarios, como dificultad para orinar, incontinencia o retención urinaria.
  • Problemas sexuales, como disminución del deseo, la excitación o el orgasmo.

Estos efectos son raros pero pueden ser graves y requieren atención médica urgente.

¿Qué precauciones se deben tener al tomar clonazepam?

El clonazepam es un medicamento que requiere una prescripción médica y un seguimiento adecuado. No se debe tomar sin consultar con el médico ni modificar la dosis ni la duración del tratamiento por cuenta propia.

Algunas precauciones que se deben tener al tomar clonazepam son:

  • No conducir ni manejar maquinaria peligrosa, ya que el clonazepam puede causar somnolencia, mareos o alteraciones visuales.
  • No consumir alcohol ni otras drogas que puedan potenciar los efectos del clonazepam, como los opioides, los antihistamínicos, los antidepresivos o los relajantes musculares.
  • No suspender el tratamiento de forma abrupta, ya que puede provocar síntomas de abstinencia, como ansiedad, insomnio, irritabilidad, temblores o convulsiones. Se debe reducir la dosis gradualmente y bajo supervisión médica.
  • No tomar más dosis ni más frecuentemente de lo indicado por el médico, ya que puede causar una sobredosis, que puede ser mortal. Los síntomas de una sobredosis son somnolencia extrema, confusión, pérdida de la coordinación, dificultad para hablar o respirar, coma o muerte.
  • Informar al médico de cualquier otro medicamento que se esté tomando, ya que puede haber interacciones que afecten a la eficacia o la seguridad del clonazepam. Algunos medicamentos que pueden interactuar con el clonazepam son los anticonvulsivantes, los antibióticos, los antifúngicos, los anticoagulantes, los anticonceptivos orales o los antiinflamatorios.
  • Informar al médico de cualquier problema de salud que se tenga o se haya tenido, especialmente si se trata de enfermedades respiratorias, hepáticas, renales, cardíacas, sanguíneas o psiquiátricas. El clonazepam puede empeorar algunas de estas condiciones o requerir un ajuste de la dosis.
  • Informar al médico si se está embarazada, se planea estarlo o se está amamantando, ya que el clonazepam puede pasar al feto o a la leche materna y causar efectos adversos en el bebé. El clonazepam puede provocar malformaciones congénitas, síndrome de abstinencia neonatal o problemas de desarrollo en el niño.

Tras adentrarnos en el universo del clonazepam, es esencial resaltar la doble cara de esta moneda: su potencial terapéutico y sus posibles efectos secundarios. Este medicamento, perteneciente a las benzodiazepinas, ha demostrado ser un baluarte contra trastornos del sistema nervioso, pero no está exento de riesgos. Así, su eficacia contra la ansiedad o las convulsiones convive con posibles repercusiones en el organismo. De ahí la imperiosa necesidad de un consumo informado y siempre bajo la tutela médica, garantizando que su uso sea un aliado y no un adversario en nuestra salud.

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