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Charito Rojas – Tras la  “victoria de “m…”

Como cada miércoles, la periodista Charito Rojas, hace eco de sus opiniones sobre lo que sucede en el país, sus entes políticos y errores que dejan en el camino los seguidores del gobierno revolucionario. Entre las metidas de pata del CNE una detrás de otra, las inhabilitaciones a líderes opositores, la negatividad que existe al conteo de votos y presencia extrajera a las parlamentarias; Tibisay Lucena y su séquito pelearan hasta su último aliento para nunca dar su brazo a torcer ni reconocer la verdad.

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El éxito de la vida no está en vencer siempre, sino en no rendirse nunca. San Martín de Porres (1579 1639), fraile peruano de la orden de los dominicos, primer santo mulato de América.

Charito Rojas Jorge Rodríguez es ejemplo del descaro con que se ha dirigido el CNE: dejó la presidencia del supuestamente imparcial organismo electoral a Tibisay Lucena, para luego ocupar la vicepresidencia de la República, indiscutible premio a los favores concedidos. Desde el año 2007 Rodríguez se ha convertido en feroz jefe de las campañas del oficialismo, pues el que hace la ley es quien conoce la trampa. Su cargo como alcalde del Municipio Libertador es un pretexto para controlar los votos de la zona más populosa de la capital. Rodríguez es el actual jefe del comando Bolívar-Chávez.

La oposición, que es consistente y suficiente desde que en 2002 se le alzó con todo y PDVSA al finado, ha tenido que lidiar electoralmente con un descarado ventajismo ampliamente tolerado por un CNE que no ve las groseramente multimillonarias campañas rojas, apoyadas y sostenidas con presupuestos oficiales, lideradas por funcionarios públicos en abierta violación de la Constitución y la Ley de Procesos Electorales, mientras que al resto de los partidos políticos se les cortó el financiamiento que permitía la competencia en igualdad de condiciones. El CNE, igual que todos los poderes públicos fue desmontado para incluir en él fichas pertenecientes a la revolución, como la diputada del MVR Tania D Amelio o la presidenta de CANTV Socorro Hernández, quienes renunciaron a su militancia días antes de ser nombradas por un parlamento completamente oficialista gracias a una orgullosa oposición que decidió no ir a elecciones, dando manos libres a quienes luego cambiarían las leyes democráticas para instaurar una dictadura disfrazada de constitucional.

Lucena y su comparsa han capitaneado unas cuantas elecciones sin ver el peculado de uso de bienes públicos en la campaña oficial, sin llamar la atención a funcionarios gubernamentales en abierta campaña proselitista, sin multar el uso de espacios destinados por ley para mensajes del gobierno a toda la nación como espacios de publicidad para candidatos oficialistas. Jamás el CNE ha condenado el uso de la red de medios del Estado venezolano como vehículo de ideologización y adoctrinamiento de la población las 24 horas del día, sin dar cabida en ellos a la opinión, información o publicidad del resto del universo político venezolano, en un acto intolerable de abuso y discriminación que se repite a todos los niveles en las actuaciones de un gobierno que sólo protege a los suyos.

cne-sede-300x200-1 El ventajismo es trampa y es ilegal, el silencio del CNE es delito y es complicidad. El que los técnicos insistan en que los procesos electorales son impecables tecnológicamente hablando no aporta confianza un elector que ve a Tibisay Lucena con la banda tricolor del 4F en su brazo, cuando sufre los cambios procedimentales que perjudican a la oposición. Por ejemplo, la suma que burló las leyes matemáticas en 2010, que dio como resultado que la oposición, ganando con el 52% de los votos sólo obtuviese 67 diputados, mientras el chavismo lograba 98 por un cambio de circunscripciones que se inventaron las fieles rectoras para que su partido no perdiese el control de la AN.

La negativa rotunda a acceder a cualquier conteo de votos, de pedir y exhibir la partida de nacimiento de un candidato sospechoso de no ser venezolano, la complacencia en adelantar elecciones presidenciales porque el finado ya estaba moribundo, el colmo de permitir una sucesión presidencial no acorde con la Constitución y que encima el heredero hiciese campaña para ser electo ya portando la banda presidencial. Y hasta el último suspiro, el CNE rojito busca jorobar a la oposición. Como cuando le exigió una cuota femenina no prevista después de realizadas las primarias, favoreciendo abiertamente al PSUV que aún no hacía las suyas.

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Jorge Rodríguez, quien enseñó a Tibisay los trucos del oficio (no en balde ella heredó su silla en el CNE), saco nuevamente del sombrero la treta siquiátrica de firmar un documento ambas partes aceptando los resultados electorales (¡¡¡!!!): esto lo pide la misma gente que los ha irrespetado continuamente, burlando la voluntad de los venezolanos en las urnas. ¿O es que respetaron que Antonio Ledezma haya sido electo y reelecto como Alcalde Metropolitano? Inventaron un cargo que no existe, el de Jefe de gobierno de la capital, para quitarle competencias y presupuesto. Poner a Jaqueline Faría y luego a Ernesto Villegas por encima del Alcalde es no respetar resultados electorales. Permitir dar a Elías Jaua, perdedor en las elecciones frente a Henrique Capriles, el cargo de Protector de Miranda para dotarlo de todo lo que le quitan al legítimo gobernador, es -aparte de cursi- irrespetuoso del resultado electoral.

María Corina Machado María Corina Machado fue la diputada más votada del país. Pues con un procedimiento cargado de vicios y complicidad del resto de los poderes, fue despojada de su curul, al igual que María Aranguren y que Richard Mardo. El mismo respeto al voto popular mostraron cuando destituyeron a los alcaldes Enzo Scarano y Daniel Ceballos. En ninguno de los casos mencionados, el CNE dijo pío en defensa del mandato del pueblo. Tibisay anunció ya que el CNE está de acuerdo con la firma del compromiso pedido por Rodríguez. La oposición ha aceptado siempre los resultados. El pataleo verbal es un ejercicio democrático inviolable. Pero el CNE ha tenido que anunciar también cuando la oposición gana. El caudal de votos impide torcer nada. Rememoramos la furia del finado, reconociendo a la oposición una victoria de mierda , en su fino y educado vocabulario.

Pues según todas las encuestas, la oposición ganará con buen margen las elecciones parlamentarias de diciembre. Pese al ventajismo, a los funcionarios en campaña y a las trampas en el camino. Pese al CNE, a las amenazas del presidente y a los enchufados. Así que si todos los que están hartos de insultos y humillaciones, de colas y desabastecimiento, de inflación e inseguridad, de exiliados y presos políticos, deciden actuar y traducir en votos la indignación nacional, aquí en diciembre tendremos una victoria de m&. Amén.