Qué es y para qué sirve la centella asiática, planta originaria de Sri Lanka y apreciada en la medicina ayurvédica, se destaca por su capacidad para promover la cicatrización, mejorar la circulación, reducir la inflamación y combatir la flacidez y estrías. Con propiedades neuroprotectoras, también mejora el rendimiento mental. Puede consumirse en té, cápsulas, cremas o tinturas. Aunque es segura y bien tolerada, se deben tomar precauciones en casos de alergia, embarazo, lactancia, enfermedades hepáticas o interacción con medicamentos.
¿Para qué sirve la centella asiática?
La centella asiática tiene diversos usos y beneficios para la salud humana, tanto por vía oral como por vía tópica. Algunos de los más importantes son:
- Promover la cicatrización. La centella asiática estimula la producción de colágeno, una proteína que interviene en la estructura y elasticidad de la piel. Así, ayuda a reparar las heridas cerradas, las quemaduras y las úlceras cutáneas. También previene la formación de cicatrices queloides, que son aquellas que sobresalen de la piel y tienen un aspecto abultado3. Además, tiene propiedades antiinflamatorias y bactericidas, que favorecen la curación de las infecciones y las inflamaciones de la piel, como la dermatitis, la lepra o las picaduras de insectos.
- Mejorar la circulación. La centella asiática fortalece las venas y los capilares sanguíneos, mejorando el flujo de sangre y evitando su estancamiento. De esta manera, previene y trata problemas como las varices, las hemorroides, los edemas o los calambres en las piernas5. También ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares, como el infarto, el derrame o la aterosclerosis.
- Reducir la inflamación. La centella asiática tiene un efecto antioxidante, que combate el estrés oxidativo causado por los radicales libres. Estos son moléculas inestables que dañan las células y provocan inflamación crónica. La centella asiática puede ayudar a aliviar los síntomas de enfermedades inflamatorias, como la artritis reumatoide o el lupus. También se ha demostrado su eficacia para reducir las lesiones de la psoriasis, una enfermedad autoinmune que afecta a la piel.
- Tratar la flacidez y las estrías. La centella asiática es un excelente aliado para mejorar el aspecto de la piel, ya que aporta firmeza y elasticidad. Al estimular el colágeno, previene el envejecimiento prematuro y las arrugas. Además, ayuda a combatir la celulitis y las estrías, que son consecuencia de la ruptura de las fibras de colágeno y elastina por cambios bruscos de peso o embarazo.
- Mejorar el rendimiento mental. La centella asiática tiene un efecto neuroprotector y estimulante sobre el cerebro. Mejora la memoria, la concentración y el aprendizaje. También reduce el estrés, la ansiedad y el cansancio mental. Se cree que esto se debe a que favorece la síntesis de neurotransmisores como la serotonina o la dopamina.
La centella asiática: una planta que cuida tu piel y tu mente
La centella asiática es una planta herbácea trepadora de la familia Apiaceae, originaria de Sri Lanka, Madagascar y algunas zonas de Sudáfrica. Se caracteriza por tener los tallos finos y las flores de color rosa o blanco. Su nombre científico es Centella asiatica o Centella coriacea, pero también se le conoce como gotu kola en hindi, una de las lenguas oficiales de la India.
Esta planta es muy apreciada en la medicina ayurvédica, una tradición milenaria que busca el equilibrio entre el cuerpo, la mente y el espíritu. Se le atribuyen propiedades sedantes, tónicas, vasodilatadoras y dermatológicas, gracias a sus principios activos, entre los que destacan los flavonoides, los carotenoides, la vitamina C y la vitamina B2.
¿Cómo se toma la centella asiática?
La centella asiática se puede consumir de diferentes formas, según el objetivo que se persiga y la preferencia personal. Algunas de las más comunes son:
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Té de centella asiática. Se prepara infusionando una cucharadita de hojas secas de centella asiática en una taza de agua hirviendo durante unos 10 minutos. Se puede tomar hasta tres veces al día, preferiblemente antes de las comidas. El té de centella asiática es ideal para mejorar la circulación, la digestión y el estado de ánimo.
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Cápsulas o comprimidos de centella asiática. Se pueden encontrar en farmacias, herbolarios o tiendas online. Suelen contener entre 10 y 60 mg de extracto seco de centella asiática por unidad. Se recomienda seguir las indicaciones del fabricante o del profesional de salud que las recete. Las cápsulas o comprimidos de centella asiática son una forma cómoda y práctica de aprovechar sus beneficios, especialmente para la cicatrización, la inflamación y el rendimiento mental.
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Crema, pomada o gel de centella asiática. Se aplican directamente sobre la piel, masajeando suavemente hasta su absorción. Se pueden usar varias veces al día, según la necesidad. Estos productos son ideales para tratar problemas cutáneos, como heridas, quemaduras, úlceras, estrías, celulitis o psoriasis.
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Tintura de centella asiática. Se obtiene macerando las hojas frescas o secas de centella asiática en alcohol durante varias semanas. Se puede tomar diluyendo unas gotas en agua o jugo, o aplicar sobre la piel con un algodón. La tintura de centella asiática es un remedio potente y concentrado, que se debe usar con precaución y moderación.
¿Qué precauciones se deben tener con la centella asiática?
La centella asiática es una planta segura y bien tolerada por la mayoría de las personas, siempre que se use en las dosis adecuadas y bajo la supervisión de un profesional cualificado. Sin embargo, como toda sustancia natural, puede tener algunas contraindicaciones o efectos secundarios en ciertos casos. Algunos de ellos son:
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Alergia. Algunas personas pueden ser alérgicas a la centella asiática o a alguno de sus componentes. Los síntomas pueden incluir erupción cutánea, picazón, hinchazón o dificultad para respirar. En caso de presentar alguna reacción alérgica, se debe suspender el uso de la planta y consultar con un médico.
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Embarazo y lactancia. No se recomienda el uso de la centella asiática durante el embarazo y la lactancia, ya que no hay suficientes estudios que garanticen su seguridad en estas etapas. Además, se ha sugerido que podría tener un efecto abortivo o teratogénico (que causa malformaciones en el feto).
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Enfermedades hepáticas. La centella asiática podría afectar al funcionamiento del hígado, especialmente si se consume en altas dosis o durante mucho tiempo. Por eso, se debe evitar su uso en personas con enfermedades hepáticas o que tomen medicamentos que puedan dañar el hígado.
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Interacciones medicamentosas. La centella asiática podría interactuar con algunos medicamentos, potenciando o disminuyendo su efecto. Algunos ejemplos son los anticoagulantes, los antiinflamatorios, los hipoglucemiantes, los hipolipemiantes o los sedantes. Por eso, se debe consultar con el médico antes de tomar la planta si se está bajo tratamiento farmacológico.
Desvelando los secretos de la naturaleza, la centella asiática emerge como un tesoro que cuida tanto de la piel como de la mente. Esta planta trepadora, rica en flavonoides, carotenoides y vitaminas, ofrece soluciones naturales a problemas como las varices, las inflamaciones y la pérdida de memoria. Su versatilidad se refleja en las diversas formas de consumo que abarcan desde infusiones hasta cremas y tinturas. En un mundo lleno de estrés y enfermedades, la centella asiática resalta como un aliado excepcional para promover el bienestar integral. Así que, ¿por qué no darle una oportunidad?