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La medida se ha considerado tras la emergencia económica que atraviesa el país, donde se estima que se encuentran en circulación al menos unos Bs. 1000 millones en billetes de dicha denominación, por lo que el BCV tendría en mente detener su producción y utilizar la inversión para comenzar la emisión del billete de Bs. 500.
Añadido a esto, informes recopilados recientemente presentan una caída en la existencia de los billetes de Bs. 50 y de Bs. 100. La circulación de ambos se ha reducido en territorio venezolano por el constante contrabando de bienes a través de la frontera con Colombia, donde las transacciones solo se hacen con estas denominaciones de papel moneda, además la disminución de los papeles de dicho valor en la calle, ha sido consecuencia de la escalada inflacionaria que vive la economía venezolana.
El valor que representan los billetes de menor denominación ni siquiera es suficiente para cancelar los productos de más bajo precio en el mercado, como lo es el caso de los papeles de Bs. 2.
Circulará billete de Bs. 500
El Banco Central de Venezuela (BCV) está preparando la emisión de un billete de 500 bolívares y posiblemente también salga uno de mil bolívares. La medida se tomaría al mantener altos índices de inflación que ocasionan la complicación de transacciones. El billete de 100 bolívares es el de mayor denominación de la moneda venezolana y encabeza la lista de los de menor poder adquisitivo del mundo. Y es que si se realiza el cambio en la tasa del dólar paralelo, este equivale a menos de 10 centavos de dólar a la fecha.
El instituto emisor ha preparado un plan de emergencia de importación de billetes de estas denominaciones, cuya figura impresa será la de Hugo Chávez y esperan que esté en el país en septiembre de este año; estos llegarán por vía aérea desde Europa.
Nadie quiere los billetes de dos bolívares
Ahora ni los billetes de dos bolívares son aceptados por los vendedores informales, a pesar de ser un instrumento aún vigente. Los comercios y choferes de carritos por puesto forman parte del círculo vicioso que deja a los usuarios sin poder cancelar con esta moneda, siendo la de más baja denominación e impactada por la inflación.
Los billetes de dos bolívares resulta un dolor de cabeza para los venezolanos. “No los acepto porque después nadie me los acepta a mí”, esa fue la decisión de Damaris Gogué, una vendedora informal del casco central de Maracaibo estado Zulia.
Mientras Ricardo Ávila, su cliente, coincide, aunque expresa su desacuerdo con esta práctica. Días anteriores Ávila, luego de cobrar un depósito en el banco intentó pagar una botella de refresco sólo con billetes de dos bolívares. La negativa de quien lo atendió en el comercio le cayó por sorpresa y decidió dejar la compra sin efecto.
Tal es el rechazo y el bulto que genera la gran cantidad de billetes de esa denominación que Benito Guerra, conductor de autobús, tiene un mes sin ver una cantidad considerable de billetes de dos bolívares. Afirma que los acepta como método de pago, pero sus pasajeros no como cambio. “A veces hasta te los lanzan a la cara”, agrega. Y es que para tener mil bolívares, una cantidad de dinero suficiente para comprar un almuerzo ejecutivo, se necesitan 500 billetes de dos bolívares.
Nidia González, vendedora asegura que acumuló al menos 100 bolívares en monedas de mil bolívares, una especie que no se atreve utilizar para pagar ni el transporte público. La razón reside en el rechazo que experimenta con el uso de billetes de dos y cinco bolívares. Esto a pesar de que los bancos pagan pensiones enteras únicamente con papel moneda de estas dos últimas denominaciones.
Con información de: Sumarium