La betahistina emerge como un tratamiento eficaz y seguro contra el síndrome de Ménière, un trastorno que afecta el oído interno causando síntomas como vértigo y pérdida de audición. Este medicamento, que es un análogo sintético de la histamina, actúa mejorando la circulación sanguínea en el oído interno y aliviando la presión que desencadena los síntomas. Además, ofrece beneficios adicionales como la prevención de migrañas y mejoría en padecimientos vasculares, aunque su uso requiere considerar contraindicaciones y efectos secundarios.
¿Qué es la Betahistina y Cómo Opera en Nuestro Cuerpo?
La betahistina es un análogo sintético de la histamina, una sustancia natural del cuerpo humano. Uno de los roles cruciales de la histamina es regular el flujo sanguíneo en el oído interno. Este medicamento se considera un antivertiginoso, diseñado específicamente para combatir el vértigo y los síntomas asociados al síndrome de Ménière.
“Lo que hace la betahistina es imitar la acción de la histamina y mejorar la circulación en el oído interno, reduciendo así la presión y restaurando el equilibrio.”
¿Cómo se toma la betahistina y qué dosis se recomienda?
La betahistina se presenta en forma de tabletas de 8 mg, 16 mg o 24 mg. Se debe tomar por vía oral, con un poco de agua, preferiblemente con las comidas o después de ellas, para evitar las molestias estomacales. La dosis depende de cada caso y debe ser indicada por un médico, pero en general se recomienda lo siguiente:
- Para la fase aguda del padecimiento, cuando los síntomas son más intensos, se puede tomar una tableta de 16 mg tres veces al día.
- Para la fase de mantenimiento, cuando los síntomas son más leves o esporádicos, se puede tomar una tableta de 16 mg dos veces al día o una tableta de 24 mg dos veces al día.
No se debe superar la dosis máxima diaria de 48 mg. El tratamiento con betahistina suele ser prolongado y se debe seguir las indicaciones del médico. Los efectos beneficiosos pueden tardar en aparecer unas dos semanas después de iniciar el tratamiento.
Si se olvida tomar una dosis, no se debe duplicar la siguiente, sino esperar hasta el momento indicado y seguir con el tratamiento normal. Se debe conservar el medicamento en un lugar fresco y seco, a no más de 30°C.
¿Qué precauciones se deben tener al tomar betahistina?
La betahistina es un medicamento seguro y bien tolerado por la mayoría de las personas, pero como todo fármaco tiene algunas contraindicaciones y advertencias que se deben tener en cuenta antes de usarlo. Estas son algunas de ellas:
- No se debe tomar betahistina si se tiene alergia o hipersensibilidad a este medicamento o a alguno de sus componentes.
- No se debe tomar betahistina si se tiene un tumor llamado feocromocitoma, que produce una secreción excesiva de adrenalina y noradrenalina.
- No se debe tomar betahistina si se tiene una úlcera péptica activa o antecedentes de ella, ya que puede irritar el estómago.
- No se debe tomar betahistina si se tiene asma bronquial o porfiria, una enfermedad que afecta al metabolismo de la hemoglobina.
- No se debe tomar betahistina si se está embarazada o en período de lactancia, a menos que el médico lo autorice, ya que no se sabe si puede afectar al feto o al bebé.
- No se debe tomar betahistina si se está consumiendo alcohol, ya que puede potenciar sus efectos y aumentar el riesgo de mareos y somnolencia.
- No se debe tomar betahistina si se está tomando otros medicamentos que puedan interactuar con él, como los antihistamínicos, que pueden disminuir su efectividad, o los inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO), que pueden provocar una crisis hipertensiva. Se debe consultar al médico o al farmacéutico antes de combinar betahistina con cualquier otro fármaco.
¿Qué efectos secundarios puede causar la betahistina?
La betahistina es un medicamento que suele ser bien tolerado por la mayoría de las personas, pero como todo fármaco puede causar algunos efectos secundarios en algunos casos. Estos son algunos de los más frecuentes:
- Molestias gastrointestinales, como náuseas, vómitos, dolor abdominal, diarrea o estreñimiento. Estos efectos suelen ser leves y se pueden prevenir tomando el medicamento con las comidas o después de ellas.
- Erupciones cutáneas, como urticaria, picazón o enrojecimiento de la piel. Estos efectos suelen ser leves y desaparecen al suspender el tratamiento.
- Trastornos del sueño, como insomnio o terrores nocturnos. Estos efectos son poco frecuentes y suelen remitir al continuar el tratamiento.
Si se presenta alguno de estos efectos secundarios o cualquier otro síntoma anormal o molesto, se debe consultar al médico o al farmacéutico lo antes posible. En caso de una reacción alérgica grave, como dificultad para respirar, hinchazón de la cara, la lengua o la garganta, o shock anafiláctico, se debe acudir de inmediato a un servicio de urgencias.
Tras navegar por el laberinto de efectos, beneficios y precauciones, emerge un claro horizonte para quienes padecen del síndrome de Ménière: la betahistina. Más que un simple alivio sintomático, este medicamento ofrece una vía de mejora en la calidad de vida, permitiendo a las personas retomar sus actividades diarias con menor angustia y más seguridad. Así, en el delicado equilibrio de nuestro oído interno, la betahistina se posiciona como un faro terapéutico que ilumina las incertidumbres de un padecimiento tan perturbador como desconcertante.