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Albendazol – Para Qué Sirve

El albendazol es un medicamento vital en la lucha contra diversas infecciones causadas por parásitos intestinales y de otros órganos. Desde la neurocisticercosis hasta la giardiasis, este fármaco se administra en diferentes dosis según la edad y el peso del paciente. A pesar de su alta efectividad, el albendazol viene con una serie de efectos secundarios y precauciones, como su riesgo en embarazadas o interacciones con otros medicamentos. Es crucial seguir al pie de la letra las indicaciones médicas para un tratamiento exitoso.

Albendazol Para Qué Sirve

Contenido de la Página

¿Para qué sirve el albendazol?

El albendazol está indicado para el tratamiento de varias infecciones causadas por parásitos, tanto intestinales como en otros órganos. Algunas de estas infecciones son:

  • Neurocisticercosis: es una infección provocada por la tenia del cerdo (Taenia solium) en los músculos, el cerebro y los ojos. Esta infección puede causar convulsiones, inflamación cerebral y problemas de la visión.
  • Hidatidosis quística: es una infección provocada por la tenia del perro (Echinococcus granulosus) en el hígado, el pulmón y el recubrimiento del abdomen. Esta infección puede dañar estos órganos y causar complicaciones graves.
  • Ascariasis: es una infección provocada por un gusano redondo llamado Ascaris lumbricoides en el intestino. Esta infección puede causar dolor abdominal, diarrea, náuseas, vómitos y pérdida de peso.
  • Oxiuriasis: es una infección provocada por un gusano pequeño llamado Enterobius vermicularis en el intestino grueso y el ano. Esta infección puede causar picazón anal, irritación e insomnio.
  • Anquilostomiasis: es una infección provocada por dos tipos de gusanos llamados Ancylostoma duodenale y Necator americanus en el intestino delgado. Esta infección puede causar anemia, debilidad y retraso del crecimiento en los niños.
  • Tricuriasis: es una infección provocada por un gusano llamado Trichuris trichiura en el intestino grueso. Esta infección puede causar diarrea, dolor abdominal y sangrado rectal.
  • Estrongiloidiasis: es una infección provocada por un gusano llamado Strongyloides stercoralis en el intestino delgado. Esta infección puede causar diarrea, dolor abdominal, erupción cutánea y problemas respiratorios.
  • Teniasis: es una infección provocada por varios tipos de tenias (Taenia saginata, Taenia solium y Taenia asiatica) en el intestino delgado. Estas infecciones pueden causar dolor abdominal, náuseas, vómitos y pérdida de peso.
  • Himenolepiasis: es una infección provocada por una tenia pequeña llamada Hymenolepis nana en el intestino delgado. Esta infección puede causar diarrea, dolor abdominal y pérdida de apetito.
  • Opistorquiasis: es una infección provocada por un tipo de duela llamada Opisthorchis viverrini en el hígado. Esta infección puede causar inflamación hepática, ictericia y cáncer de hígado.
  • Larva migrans cutánea: es una infección provocada por larvas de varios tipos de gusanos que penetran la piel. Esta infección puede causar erupción cutánea, picazón e inflamación.

Además de estas infecciones, el albendazol también puede ser usado para tratar la giardiasis, que es una infección provocada por un protozoo llamado Giardia lamblia en el intestino delgado. Esta infección puede causar diarrea, dolor abdominal, náuseas, vómitos y pérdida de peso.

¿Cómo se toma el albendazol?

El albendazol se puede encontrar en forma de tabletas de 400 mg o de suspensión oral de 40 mg/ml o 4%. La forma de tomar el albendazol depende del tipo de infección que se quiera tratar, de la edad y del peso del paciente. El médico es el que debe indicar la dosis y la duración del tratamiento adecuados para cada caso.

En general, el albendazol se toma con alimentos dos veces al día. No es necesario ayunar ni hacer una dieta especial antes o después de tomar el medicamento. Tampoco es necesario usar laxantes o purgantes para eliminar los parásitos.

Las tabletas de albendazol se pueden masticar o tragar con un poco de agua. En el caso de los niños mayores de 2 años, se pueden triturar las tabletas para facilitar su ingesta. La suspensión oral de albendazol se puede usar en niños menores de 2 años, siguiendo las indicaciones del médico.

A continuación se muestra una tabla con las dosis recomendadas del albendazol según el tipo de infección y la edad del paciente:

Parásito Edad Dosis
Neurocisticercosis Adultos y niños mayores de 60 kg 400 mg cada 12 horas durante 8 a 30 días
Neurocisticercosis Niños menores de 60 kg 15 mg/kg/día divididos en dos dosis durante 8 a 30 días
Hidatidosis quística Adultos y niños mayores de 60 kg 400 mg cada 12 horas durante 28 días, seguidos de 14 días de descanso, y repetir por tres ciclos
Hidatidosis quística Niños menores de 60 kg 15 mg/kg/día divididos en dos dosis durante 28 días, seguidos de 14 días de descanso, y repetir por tres ciclos
Ascariasis, oxiuriasis, anquilostomiasis, tricuriasis, estrongiloidiasis, teniasis e himenolepiasis Adultos y niños mayores de 2 años 400 mg en una sola dosis
Opistorquiasis Adultos y niños mayores de 2 años 400 mg cada 12 horas durante 3 días
Larva migrans cutánea Adultos y niños mayores de 2 años 400 mg cada día durante 1 a 3 días
Giardiasis Niños mayores de 2 años 400 mg en una sola dosis
Giardiasis Niños entre 1 y 2 años 200 mg en una sola dosis

Es importante tomar el albendazol hasta terminar el tratamiento indicado por el médico, aunque los síntomas mejoren o desaparezcan. Si se suspende el tratamiento antes o se olvida alguna dosis, la infección puede no curarse completamente y los parásitos pueden volverse resistentes al medicamento.

¿Qué efectos secundarios puede tener el albendazol?

El albendazol es un medicamento seguro y bien tolerado por la mayoría de las personas. Sin embargo, como todo medicamento, puede tener algunos efectos secundarios que pueden ser leves o graves. Algunos de estos efectos secundarios son:

  • Dolor de cabeza
  • Mareo
  • Somnolencia
  • Náuseas
  • Vómitos
  • Diarrea
  • Dolor abdominal
  • Pérdida del apetito
  • Aumento de las enzimas hepáticas
  • Alergia
  • Fiebre
  • Caída del cabello
  • Disminución de los glóbulos blancos y rojos
  • Daño hepático
  • Daño renal

Estos efectos secundarios no ocurren en todas las personas que toman albendazol. Si ocurren, suelen ser leves y transitorios. Sin embargo, si son graves o persistentes, se debe suspender el medicamento y consultar al médico lo antes posible.

Desentrañando el mundo de los parásitos, el albendazol emerge como un auténtico titán en esta batalla silente pero crucial para la salud humana. Aunque versátil y eficaz, no es una píldora mágica; viene con su propio manual de instrucciones, efectos secundarios y precauciones. Hablamos de un fármaco que puede liberar a niños de gusanos intestinales o tratar infecciones que pueden comprometer órganos vitales. No obstante, su uso responsable exige una receta médica precisa y una alerta constante sobre posibles complicaciones. Este no es un camino para recorrer solos: el albendazol es un aliado poderoso, pero debe ser manejado con conocimiento y cautela.

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