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De acuerdo con la firma, en abril de 2013 el salario mínimo representaba 63 por ciento del ingreso mensual integral y el bono de alimentación 37 por ciento, en octubre de 2015 el salario mínimo constituía 75 por ciento y el bono de alimentación, 25 por ciento; en marzo de 2017 el salario mínimo era 27 por ciento y el bono de alimentación, 73 por ciento.
Añade el grupo consultor que el último incremento de 69,5 por ciento de la unidad tributaria, que entrará en vigencia el 1° de marzo, es el más alto decretado durante el gobierno de Nicolás Maduro. En abril de 2013, cuando asumió el poder, la U.T. era de 107 bolívares; en febrero de 2014 aumentó 18,7 por ciento, al pasar a 127 bolívares; en febrero de 2015 se incrementó 18,1 por ciento, al subir a 150 bolívares y en febrero de 2016 aumentó 18 por ciento para llegar a 177 de bolívares.
Según el informe, el aumento de la unidad tributaria está lejos de la inflación calculada: “Si desde 2013 los ajustes a la U.T. hubieran correspondido exactamente a la inflación, la U.T. de este año podría haber estado cerca de 6.000 bolívares. En un contexto de inflación acelerada y contracción económica, aumentar la U.T. al ritmo de la inflación puede hacer inasequible para muchos ciudadanos el pago por algunos servicios del Estado o puede hacer inviable para los empleadores de los sectores público y privado cancelar beneficios laborales calculados con base en la U.T., como el bono de alimentación. En la gestión de Maduro todos los ajustes a la U.T. han estado por debajo de la inflación. El aumento actual está sustancialmente por debajo de la inflación que se calcula se registró en 2016 entre 650 y 750 por ciento”.
Según ODH, con incrementos de la U.T. muy por debajo de la inflación y de los sueldos, cada vez más personas quedarían sujetas al pago del Impuesto sobre la Renta.