Skip to content

Con las manos vacías – Marta Colomina

Como foco central en de su columna semanal, Marta Colomina, se ha dedicado a dar su opinión sobre el diálogo que mantiene el Gobierno y la oposición con el fin de “solucionar” la enorme crisis por la que atraviesa nuestro país. Como la mayoría de los columnista, ésta tiene una posición de rechazo ante esta herramienta que no ha llegado a nada luego de tantas semanas.

marta-colomina-1-6

También te puede interesar: Gustavo Tovar Arroyo

La carta del Vaticano a Nicolás Maduro, remitida por su secretario de Estado, en la cual demandaba que antes de la fecha establecida para la segunda reunión de la mesa de “diálogo” el gobierno debía acatar cuatro importantes acuerdos que habían sido incumplidos, abrió las esperanzas de millones de demócratas en el país y en el mundo. Con fecha del 02/12/2016 y con copia a los integrantes del “diálogo”, la carta “demandaba” que “antes del 6-D se produjeran 4 hechos prometidos y no cumplidos por Maduro: 1)que se tomen las medidas para el ingreso de alimentos y medicinas al país para aliviar la crisis humanitaria; 2) que las partes acuerden un cronograma electoral; 3) que se restituya a la AN las competencias establecidas en la Constitución”, confiscadas por un tsj devenido en brazo político del régimen, como las FANB han degenerado en su brazo político armado; y “4) que se libere a los presos políticos”, cuya cifra aumentó en pleno “diálogo”. Llegó el 6-D y Maduro incumplió de nuevo lo prometido, convirtiendo “el diálogo” en delictivo pretexto para extender su mandato, repudiado por más de 80% de la población. Chavismo y oposición se reunieron por separado con los mediadores, negada como está la MUD a conversar con el gobierno, por sus incumplimientos. Dadas las expectativas creadas por la carta vaticana, monseñor Celli, enviado del Papa, sorprendió al final del 6-D con declaraciones elusivas que contrastan con el texto enviado a Maduro por la Santa Sede. Celli dijo que “se estableció un mecanismo de verificación de los acuerdos”, que no explicó en qué consistía, y añadió que las partes admitían que “había temas que resolver”, pero existía el compromiso de comenzar una “nueva etapa”. Habló de una “propuesta de trabajo”, que tampoco especificó y exigió “que los poderes públicos deben abstenerse de tomar decisiones que puedan afectar el diálogo por ahora, al menos y hasta el encuentro del 13 de enero 2017” (El Nacional 7-12-2016). Exhortación de la que se volverá a burlar Maduro encarcelando a más disidentes; el Sebin los tortura (como a los declarados en huelga de hambre para que liberen a los presos políticos); el tsj continúa sentenciando contra las decisiones legítimas de la AN; cientos de niños mueren por desnutrición y miles de enfermos por falta de fármacos, sin que los “mediadores” lo hayan lamentado. El régimen volvió el 6-D con la promesa incumplida de reconocer la autonomía de la AN y decir que, en horas, liberarían a 7 presos políticos (el 11 de noviembre prometieron liberar a 26 que hoy siguen presos y torturados en el Sebin). Y todo ello mientras el CNE inscribe ilegalmente a multitud de chavistas en Amazonas procedentes de otros estados, para “trampear” las “nuevas” elecciones parlamentarias.

La MUD se va del diálogo “con las manos vacías”, como dijeran varios politólogos a la AFP, en un impecable análisis sobre como: “Maduro se aferra al poder en Venezuela amparado en fisuras del diálogo”. “La salida anticipada del poder del chavismo quedó descartada por ahora y la oposición –con las manos vacías (título que tomamos para nuestro artículo de hoy), enfrenta el desafío de reconstruir su credibilidad”. AFP subraya que el principal objetivo de la MUD era una salida electoral a la crisis (bien con revocatorio –suspendido ilegalmente por los poderes que controla Maduro– o adelanto de elecciones presidenciales). Pero Maduro jura que ninguno de los temas estuvo en agenda, como tampoco el de la liberación de los presos políticos. El gobierno se sacudió el revocatorio y de haber una improbable salida electoral, “sería por acuerdo entre las partes y no porque la oposición cuente con herramientas para lograrlo”, advierte el experto en negociación política Benigno Alarcón: “La oposición aceptó ir a la mesa cuando parecía tener acorralado al gobierno y cientos de miles de seguidores lucían dispuestos a intensificar la presión en la calle para exigir el referéndum, mientras el Parlamento de mayoría opositora se alistaba para sancionar a Maduro, aunque ello no tuviera consecuencias legales”. Otro politólogo, Edgar Gutiérrez, considera que “el diálogo ha beneficiado la estrategia oficialista de desmovilizar a sus adversarios y ganar tiempo. Y Con el gobierno oxigenado y sin logros en la mesa, la oposición está cuestionada”. Ahora, ratifica Alarcón, “a la MUD le toca reconstruir su credibilidad y el apoyo que tenía antes de entrar en este proceso”. Los expertos coinciden en que la MUD falló al haber aceptado el diálogo sin tener a mano una alternativa que obligara al gobierno a ceder, como las movilizaciones o la presión legislativa. “Hoy –sostiene Alarcón– no hay una amenaza real sobre el gobierno que le diga que gana más con un acuerdo que sin él”. Así que “el diálogo está muerto” y lo enterró Maduro después de cobrar los dividendos políticos de cerrar una posible salida electoral antes de 2018 y continuar su cruenta persecución contra la disidencia y los también acosados empresarios. El enloquecido Nicolás amenazó esta semana, por centésima vez, con “disolver la AN”, y pone de nuevo en su mira dictatorial a Henry Ramos, a quien acusa de que “los responsables del ataque a Credicard son familiares del viejito loco”, como insulta obscenamente a Ramos. Los directivos de Credicard encarcelados por Maduro son inocentes, porque el falso “ataque informático a los puntos de venta” es culpa de la obsolescencia vergonzante del ABA de Cantv, sin mantenimiento, ni renovación tecnológica. Venezuela tiene el Internet más lento del mundo.

Maduro seguirá con sus tropelías porque está en su naturaleza. Pero no todo está perdido para la MUD y los millones de demócratas del país. La AN, así esté en falso desacato, puede y debe retomar “su ofensiva contra Maduro” y movilizar a ese 80% que pide su salida del poder porque sabe que con este régimen no hay futuro. La AN debe retomar su contacto con Luis Almagro, secretario general de la OEA, y pedirle la activación de la Carta Democrática. Nueve gobiernos latinoamericanos (y se sumarán muchos más) piden a Maduro cumplir los acuerdos, al Maduro solitario que vimos en el patético espectáculo de su salida de Mercosur. La MUD debe seguir los consejos de Luis Pedro España (“Una tragedia llamada Venezuela”, El Nacional): “La agenda de la Unidad debe ser una sola: recuperar el derecho al voto. Los otros puntos deben seguir siendo planos de una lucha que ahora ha de ser múltiple, pero liderada y comandada por todos los actores especializados (…) ha llegado el momento de diversificar a los actores dentro de la Unidad”. Y la cronista añade que debe hacerse sin “apartheids” (nada de María Corina, Ledezma y Voluntad Popular por un lado, y PJ, AD y un Nuevo Tiempo por el otro). Que cese el desbarajuste de ese “toerismo” comunicacional donde cada integrante de la MUD opina de todo y a toda hora, causando desconcierto, cuando no rechazo en la población. Empresarios y economistas nos advierten que 2017 va a ser mucho peor que este año por culpa de Maduro. Así que habrá millones de razones para la protesta pacífica. La pelea es peleando con calle y más calle y una AN ejerciendo su poder constitucional sin miedo. Hay que recuperar el tiempo perdido.

También te puede interesar: Cómo Participar en la Lotería de Green Card 2018 desde Venezuela